NÉSTOR KIRCHNER, "dictador"
Por Mariano Grondona
La Nación - Miércoles 24 de diciembre de 2008
El domingo por la noche, cuando se le preguntó a Julio Cobos qué esperaba de los anuncios sobre el campo que haría la Presidenta el lunes por la mañana, se mostró escéptico. Esta afirmación llamó la atención porque parecía contrastar con el lenguaje cuidadoso y moderadamente positivo que suele utilizar el Vicepresidente cuando se refiere a su compañera de fórmula. Cobos debió fundar por lo tanto por qué en esta ocasión se estaba dejando invadir por el pesimismo. Entonces dijo que le era imposible ser optimista en este caso porque, antes de anunciar las medidas sobre el campo, Cristina Kirchner no las había "consensuado".
Con lo cual el Vicepresidente, aun sin proponérselo, asestó un golpe dialéctico de alcance general al estilo de los Kirchner, quienes al decidir lo hacen por las suyas, sin consensuar ni consultar. Es decir que, para ellos, gobernar es "dictar".
Pero Cobos no se refería en verdad a la Presidenta sino al ex presidente que, como todos sabemos y él ya ni lo pretende disimular, es quien verdaderamente dicta las decisiones que su mujer se limita a anunciar, explicar y justificar.
¿Pero cómo llamaremos al que dicta por sí y ante sí las decisiones del Estado? ¿Lo llamaremos "dictador"? Esta es la conclusión que de inmediato extrajo la doctora Carrió. Su acusación tiene por lo pronto un fundamento etimológico, ya que "dictar" , como "dictador", proviene del indoeuropeo "deik", que significa "decir" pero desde una posición eminente como la de aquél que emite un "dictado" para que otro, el escribiente o el alumno, lo vierta fielmente en el papel.
La dictadura, como se sabe, era una institución de la República Romana en virtud de la cual en situaciones de emergencia el Senado otorgaba a un ciudadano el poder de "dictar" las decisiones que considerara necesarias por un período de seis meses. Pero Carrió agregó que al "dictador" del que ella estaba hablando nadie lo ha designado, ni el pueblo ni el Congreso. Kirchner, según ella, responde a un origen nada romano. Es, simplemente, un dictador "de facto".
¿Debe asombrar entonces que el lunes se cumpliera el pronóstico negativo que Cobos había formulado acerca de la repercusión de las medidas sobre el campo que se aprestaba a anunciar la Presidenta? Las medidas que estamos comentando, que no hicieron más que confirmar la discriminación contra un sector vital de nuestra produccción, no fueron previamente consensuadas ni consultadas. Las dictó "de facto" un ex presidente que ya no reviste el título de tal.
De ahí que sólo recibieran el aplauso de los aplaudidores incondicionales que se reúnen en ocasiones como ésta mientras el campo y el interior las rechazaban enérgicamente. Cobos, después de todo, lo había anticipado.