6 oct 2006

Carta de lectores publicada en La Nueva Provincia de Bahía Blanca el 29/08/06

No al aborto

Frente a la cultura de la muerte que parece haberse instalado en la Argentina a través de nuestros políticos, funcionarios y jueces, se agiganta la figura del ex rey Balduino I de Bélgica, quien en 1990 renunció a sus funciones como jefe de Estado para evitar tener que sancionar la legalización del aborto en su país, al que se oponía su conciencia y sus convicciones morales.

Este hombre probo y valiente, que, sin tener descendencia, prefirió resignar la corona antes que pronunciarse a favor de la muerte de un inocente, debería servir de ejemplo a los políticos de todo el mundo.

El rey Balduino era católico y daba testimonio permanente de ello, pero su actitud respondió no sólo a esa condición, sino a la de un hombre sensato que respeta la dignidad de la vida, algo que --por otra parte-- respetan todas las religiones monoteístas y, en Argentina, nuestras leyes y códigos fundamentales.

Raquel E. Consigli y Horacio Martínez Paz
raquelyhoracio@fibertel.com.ar
Señor Director,

Es bueno trabajar con recuerdos. ¿Qué mandatario en el mundo democrático fue capaz de inventar como enemigos a periodistas independientes, la Iglesia, las Fuerzas Armadas y las de Seguridad, los países vecinos y termino bien?
¿Qué presidente calificó a los adversarios de enemigos, enseñó a odiar, resucitó pasados muertos, alegando que buscaba justicia cuando era venganza. Y termino su gestión en brazos del pueblo?
El señor Kirchner y sus libretistas husmean en el pasado de militares, periodistas, empresarios – “Coto, yo se como robabas en los 90” – tiñe de sombras a la Iglesia Católica preguntando donde estaba durante la dictadura militar.
Podría seguir investigando el ayer, buscando donde estaban los médicos, los intelectuales, las amas de casa, los rectores de universidades, los políticos, los intendentes que permanecieron en sus cargos, el Dr. Zaffaroni (que fue juez del proceso jurando por sus estatutos), la Sra. Magdalena Ruiz Guiñazu (que trabajó en esa época con cargos altos en los canales del Estado), los investigadores (que no dejaron de investigar) y las madres (que no dejaron de parir).
Conseguido ese escenario, todos ellos juntos, podrían repreguntarle al Sr. Presidente: ¿Y usted donde estaba? Era montonero, o era prestamista? ¿Tiene cicatrices o tiene 22 departamentos y mucha plata amontonada?Cuando nos de su respuesta este odiador-profesional-inventado empezaremos a conversar con él. De igual a igual.

Bernardo Neustadt

Post data: Que aclare si fue torturado porque sus gritos de sufrimiento no se oyeron en la Republica. Como ustedes notan estamos buscando desde que “reserva moral” muestra su dedo acusador en el Atril de su Descaro.