Carta de lectores publicada en La Nueva Provincia de Bahía Blanca el 29/08/06
No al aborto
Frente a la cultura de la muerte que parece haberse instalado en la Argentina a través de nuestros políticos, funcionarios y jueces, se agiganta la figura del ex rey Balduino I de Bélgica, quien en 1990 renunció a sus funciones como jefe de Estado para evitar tener que sancionar la legalización del aborto en su país, al que se oponía su conciencia y sus convicciones morales.
Este hombre probo y valiente, que, sin tener descendencia, prefirió resignar la corona antes que pronunciarse a favor de la muerte de un inocente, debería servir de ejemplo a los políticos de todo el mundo.
El rey Balduino era católico y daba testimonio permanente de ello, pero su actitud respondió no sólo a esa condición, sino a la de un hombre sensato que respeta la dignidad de la vida, algo que --por otra parte-- respetan todas las religiones monoteístas y, en Argentina, nuestras leyes y códigos fundamentales.
Raquel E. Consigli y Horacio Martínez Paz
raquelyhoracio@fibertel.com.ar