SISTEMA PRESIDENCIAL O PARLAMENTARIO
Los últimos ocho años de presidencialismo están dejando huella en el consenso público, que el sistema presidencial en los términos de nuestra Constitución, desde 1853 a la fecha, ni asegura ni permite el ordenamiento político de la Nación.
Si el sistema hubiera sido parlamentario, no podrían haber sido Presidentes ("jefe supremo de la Nación, jefe de gobierno y responsable político de la administración general del país"), ni Puerta, ni Caamaño, ni Rodríguez Saa, ni Duhalde, ni Kirchner, ni Cristina Fernández de Kirchner, ésta última con grandes posibilidades de ser removida institucionalmente por el Parlamento.
Todos fueron nombrados en contubernios o por el dedo del Presidente saliente, a espaldas de la ciudadanía. El presidencialismo argentino abre el camino a la concentración del poder y no existen mecanismos institucionales de fácil aplicación para remover a un presidente autócrata o incompetente. Trastornó nuestra historia política de los últimos ochenta años y es un atasco institucional.
En el parlamentarismo, el Jefe de Gobierno es designado por el Parlamento, que tiene la facultad de removerlo por una simple votación. La remoción es un procedimiento institucional. El Presidente tiene la responsabilidad de cumplir y hacer cumplir la Constitución.
Debe enmendarse la Constitución, que debe decidirlo la ciudadanía.
Dr. Marcelo Castro Corbat
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