ESFUERZO Y CREACIÓN
Cuando a Thomas A. Edison, inventor de la bombita eléctrica, le preguntaron cómo había podido superar los dos mil intentos fracasados antes de inventarla contestó con sencillez: “no fueron fracasos, sino los pasos necesarios para crearla”. Preguntado en donde residía su genialidad, contestó: “1% de inspiración y 99% de transpiración”. Son la esencia y sentido del ser humano, del “homo sapiens”. Nada se consigue sin esfuerzo.
Desde el siglo XIX, XX y XXI, aparecieron seudo intelectuales que dijeron que los seres humanos tienen necesidades no satisfechas y, que por serlo, la sociedad tiene el deber de cubrirlas, aun cuando él no se esfuerce. Apareció el Estado políticamente distribuidor, que anuló el esfuerzo con la dádiva, alteró los valores culturales y empobreció a los países, entre ellos a Argentina.
La nueva -y ancestral- frase es: “no debe hacerse por el hombre, lo que el hombre puede hacer por si mismo”, que es sostener que el progreso del hombre y de la sociedad, depende de la voluntad y creatividad del ser humano.
El futuro de cada uno de nosotros dependerá de lo que hagamos, siempre venciendo problemas: es el compromiso de los humanos, trabajar para la construcción de un mundo mejor, que siempre tendrá imperfecciones.
Como Ícaro, nunca llegaremos al sol.
Dr. Marcelo Castro Corbat
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