Día de la Madre
Kirchner adelantó el día de la madre, que en Argentina se celebra tradicionalmente el tercer domingo de octubre, o se ha confundido con el día del padre que se celebra el tercer domingo de junio. Le ha regalado a su madre putativa, Hebe de Bonafini, nada menos que un millón de dólares…, y hasta le prestó su atril para que ofreciera, desde la Casa Rosada, una conferencia de prensa en la pudo moderar su discurso en contra del jefe de Estado Mayor del Ejército, y despacharse sobre otros asuntos, no sin dejar de espetar su veneno y su odio.
En contra de todas las leyes y normas jurídicas, el omnipotente presidente que nos ha tocado en suerte, le adjudicó de manera directa a la no reconocida Universidad de Madres de Plaza de Mayo una frecuencia radial. Pero no cualquier frecuencia: AM (amplitud modulada) 530 Khz.
Para los legos en temas radiales, es la más codiciada de las frecuencias, y en una licitación pública, nadie que la pretendiera hubiera ofertado menos de un millón de dólares. A los mismos legos les contamos que mientras más baja es la frecuencia de Amplitud Modulada, mayor es su alcance. Y la adjudicada a la “madre” del presidente es una de las más bajas posibles. Con mínima potencia de transmisor llega a medio país. Ni hablar si además les “subsidian” un transmisor de alta potencia.
Al firmante masculino de esta columna le tocó -en los finales de los años 70 y comienzos de los 80- integrar sucesivos directorios de lo que fue el primer multimedio argentino (los Servicios de Radio y Televisión de la Universidad Nacional de Córdoba), y defendió con uñas y dientes un embate del entonces ministro Martínez de Hoz que -invocando la vapuleada ley 22.285- intentó cambiarle la frecuencia de 580 Khz de Radio Universidad de Córdoba, para pasarla a otra muy alta, y por lo tanto de mucho menor alcance. A eso se sumaba que el criterio de aquel momento era también suspenderle la posibilidad de emitir publicidad. Se logró nuestro objetivo y hasta el día de hoy conserva su frecuencia original, y emite publicidad.
Pero uno nunca sabe para quién trabaja. En ese entonces era una radio realmente universitaria, difusora de cultura y valores, ocupando el primer lugar en las radios cordobesas. Hoy, y desde 1983, está en manos de mediocres e ideologizados directivos que lo único que consiguieron fue obtener un enorme déficit, que paga el erario público nacional, en contraposición con las ganancias que en aquellos años dorados producía el multimedio. A título de ejemplo: la iluminación de ciudad universitaria y el mundialmente prestigioso laboratorio de hemoderivados fueron solventados con las ganancias de la radio, que hoy se ha transformado en carga pública, además de un cachivache auditivo que ha pasado al último lugar en los ratings locales.
Tenemos un presidente que maneja el espectro radioeléctrico de acuerdo a su capricho. Y sus caprichos pasan siempre por la izquierda radicalizada. ¿O será que en su concepción le asigna el mismo status a la Universidad Nacional de Córdoba, con sus casi 400 años de existencia, a la universidad de Hebe Bonafini, y a su “profesor emérito”, Sergio Schoklender? ¿O, como decíamos al principio, resolvió adelantar el día de la madre, regalándole a “la suya” un millón de dólares, que, en definitiva, sale de nuestros bolsillos?
Raquel Eugenia Consigli
Horacio Martínez Paz