IGUALDAD DE OPORTUNIDADES
Para que el hombre se eleve espiritualmente y mejore su vida material, se necesitan dos condiciones. La primera que exista un contexto social que le permita en los primeros veinte años de vida, su fortalecimiento físico y el desarrollo de sus capacidades mentales.
Es lo denominado la igualdad de oportunidades, que con mas precisión debería llamarse darle condiciones parejas para el momento de su inserción en la sociedad. Esto se puede alcanzar solamente si la sociedad organiza las estructuras necesarias, ya que el Estado no llega a hacerlo.
Además, los padres deben ser responsabilizados de la conducta y educación de sus hijos y de cooperar con las estructuras. La segunda, que la inmensa cantidad de oportunidades que la civilización está creando para que el hombre se realice en su vida, sean aprovechadas.
Una deformación política que sufre la sociedad, es el pensamiento que el Estado debe proveer las oportunidades, lo que es una ficción. Lo que debe hacer el Estado es no ser un entorpecimiento.
Las oportunidades están, pero cada ser humano debe concentrarse en descubrir las que responden a sus aspiraciones y capacidades, y aprovecharlas.
Las oportunidades no están diseminadas en un jardín, al alcance de la mano de los indolentes; hay que hurgar animosamente para descubrirlas.
Dr. Marcelo Castro Corbat
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