CORRUPCIÓN Y DECADENCIA
La historia relata procesos de ascenso material, intelectual y espiritual de las naciones y de su posterior declinación. En el ascenso, la sociedad está imbuida de principios rectores, como el cumplimiento del deber ciudadano, el reconocimiento de la capacidad de los dirigentes, el acatamiento a la estructura institucional, el respeto a los compatriotas y el orgullo nacional.
La decadencia de las naciones se inicia con la corrupción, delito que destruye los principios rectores; la aprovechan dirigentes perversos en el poder y el mal ejemplo se expande a toda la sociedad.
En nuestro país, la mega corrupción se desató hace sesenta años y en el año 2009, está superando la capacidad de asombro y de vergüenza de los ciudadanos argentinos y se ha convertido en crónica periodística mundial.
Desde entonces, Argentina inició su decadencia, pasando de estar entre los países más adelantados del mundo a ubicarse entre las sociedades acosadas por la pobreza y el deterioro de su población.
La primera víctima ha sido el Estado Nacional, convertido en una estructura deforme ingobernable y una máquina arbitraria de impedir el progreso. La segunda gran víctima es el pueblo, enterrado en la indigencia.
La ciudadanía debe atacar la corrupción, denunciándola y penalizándola para revertir la decadencia nacional. Inevitablemente será un largo combate.
Dr. Marcelo Castro Corbat
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