EVITA, ISABELITA Y CRISTINA
Las tres mujeres que saltaron a los primeros planos políticos del país, fueron impulsadas y sostenidas por sus maridos. Evita era una incondicional de su marido, tenía personalidad política propia, un fuerte resentimiento por haber tenido una vida sufrida, enfrentó a la sociedad tradicional con los pobres y se convirtió en la abanderada de los humildes, abusó del poder y violentó el orden social.
Isabelita era una acompañante de su marido, sin interés político ni capacidad para desempeñarse como Presidenta. Lo reconoció diciendo que “Dios lo dispuso”. Dejó al país en una guerra interna.
Cristina no parece ser tan incondicional, carece de personalidad política, tiene sus personales intereses, sus discursos de barricada dicen, se contradicen y solo los escuchan los que están obligados; políticamente es intrascendente. El resultado de su gestión no se vislumbra como positivo. Los maridos las proyectaron porque así se aseguraban seguir manteniéndose en el poder y porque no confiaban en ninguno de sus compañeros políticos. La elección de las esposas fue una orden del jefe a sus subordinados, sin discusión ni evaluación de la idoneidad requerida por la Constitución. Es un sistema que impide la democracia.
Dr. Marcelo J. Castro Corbat
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