VICEPRESIDENTE SE BUSCA
Como nos consideramos periodistas libres, creemos que es imposible no hablar del vicepresidente Amado Boudou y los desaguisados que ha protagonizado en las últimas semanas. No se puede soslayar el hecho de que no se trata de un empleado de algún ministerio de la Nación, sino de la segunda autoridad de la República, elegido por el 54% de los votos, en octubre de 2011, con todo lo que ello implica según nuestra Carta Magna.
En los últimos días a este señor Amado se le ha destapado un delito gravísimo y, por supuesto, salió a intentar desmentirlo, pero de la peor manera. Al mejor estilo K, se despachó ante los periodistas durante 45 minutos, arremetiendo contra distintos “molinos de viento”, parloteando mucho para decir muy poco, ya que su accionar es indefendible. Tampoco fue una conferencia de prensa porque no aceptó preguntas de los representantes de los distintos medios convocados.
Desde luego que él es un fraile cartujo, y toda la culpa la tienen el diario Clarín y su gerente estrella Héctor Magnetto, el diario La Nación, y, el peor de todos, el juez Daniel Rafecas, a cargo de la causa. A esta altura nos preguntamos si no serán Magnetto y sus “cómplices” los culpables del tsunami que arrasó Japón en marzo de 2011.
A este funcionario Amado, muy joven para el cargo, sólo parecen interesarle la guitarra, las motos, los autos, y la farándula. En una palabra, la ostentación. Aunque él se pronunció a favor del “compre nacional”, se moviliza únicamente en automóviles BMW que se fabrican en Alemania y en las motos Harley Davidson, producidas en Estados Unidos de Norteamérica.
Este funcionario “nacional y popular” no dudó en usar uno de los aviones Tango para ir a jugar un partido de fútbol, ni tampoco tuvo problemas en usar un helicóptero de Gendarmería Nacional para asistir a un recital de La Mancha de Rolando, su conjunto de rock predilecto, es decir, usar los bienes del Estado para su entretenimiento personal.
Tampoco se priva de esquiar, jugar al golf y vivir en Puerto Madero, actividades muy “nacionales y populares”, compartidas, eso sí, por una elite que no tiene ninguna noción de los serios problemas estructurales del país. Un verdadero “socialista del siglo XXI”, consustanciado con su gente.
A raíz de esta crisis, Cristina Fernández optó por perder un peón antes que a la “reina” de su tablero, por lo cual el denunciado Esteban Righi, el jefe de los fiscales del país, se vio obligado a dimitir de su cargo. Sin embargo, Amado Boudou está acumulando múltiples denuncias, que le serán muy difíciles de remontar, ya que las pruebas en su contra parecen involucrarlo sin remedio.
Ya experimentamos la renuncia de un vice en tiempos no lejanos (Carlos “Chacho” Álvarez, durante la gestión de Fernando De la Rúa, en octubre de 2000), entre otras. No obstante, después de la heroica -por lo combatida- estada de Julio Cobos durante la primera gestión de Cristina, el cargo de vicepresidente parece estar nuevamente vacante en Argentina.
Compatriotas: se busca vicepresidente. Buscar las condiciones para el cargo en la página de la presidencia de la Nación.
© Raquel E. Consigli y Horacio Martínez Paz
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