5 ene 2009

SIN MIEDO A VIVIR CON LA LEY EN LA MANO

Infobae, lunes 05 de Enero de 2009

La tolerancia cero hizo de Nueva York la ciudad más segura de los Estados Unidos

Por su aplicación impulsada por Rudolph Giuliani, se redujeron asesinatos y robos; aumentaron la prevención y la lucha contra delitos menores. Las claves que lograron la transformación de la Gran Manzana


La ciudad de Nueva York con ocho millones de habitantes es considerada la ciudad más segura de los Estados Unidos y la razón principal de la transformación radical de esta metrópoli fue la aplicación de la política de seguridad conocida como "tolerancia cero".

Con ese concepto como vector ideológico dismunuyó 77% el índice criminal entre 1990 y 2007, por lo que esa ciudad ya es considerada en el mundo un paradigma en la lucha contra el delito urbano.

Impulsada por el republicano Rudolph Giuliani, se basó en una serie de medidas simples como poner énfasis en la prevención de crímenes. Para ello, se multiplicó la presencia de policías en las calles, se restableció el vínculo entre la fuerza y la comunidad, y se puso especial énfasis en prevenir y perseguir determinadas contravenciones graves o delitos menores, como pintar graffities, saltar los molinetes de los subtes o beber alcohol en la vía pública.

El cerebro del plan de Giuliani, William Bratton, afirmó que “la Policía debe sancionar todas las infracciones, por más insignificantes que parezcan, porque la sumatoria de esas pequeñas faltas crea un clima de desorden e inseguridad que favorece la irrupción del delito".

Bratton fue el jefe de una fuerza de unos 37.000 hombres que "limpiaron" la ciudad. Tras dejar el cargo, se transformó en un "embajador" de la "tolerancia cero", para transmitir su experiencia en distintas ciudades del mundo acosadas por el delito.

La clave del plan fue la descentralización de la fuerza policial. La corrupta y burocrática estructura vertical del Departamento de Policía de entonces fue reemplazada por un sistema que otorgó más responsabilidades y poder de decisión a cada una de las 76 comisarías distribuidas entre Manhattan, Brooklyn, Bronx, Queens y Staten Island.

De esta manera, se logró que cada oficial se comprometiera con lo que sucedía en su área y desarrollara vínculos sólidos y duraderos con los vecinos. Además se instrumentó un sistema informático para la prevención del delito que resultaría fundamental: el Compstat, una base de datos estadística. Esta herramienta recopila, procesa y analiza a diario miles de cifras y estadísticas criminales en tiempo real. Sus resultados son reflejados en un gigantesco mapa del delito que permite conocer al instante las zonas más críticas de la ciudad, detectar tendencias de nuevos tipos de crímenes y evaluar la acción policial cuadra por cuadra.

Sin embargo, están quienes critican el sistema. La acusación más común es que los policías, en nombre de la "tolerancia cero", avasallaron no pocas veces libertades individuales, sobre todo de afronorteamericanos y latinos. Otros sostienen que, cuando se comenzó a aplicar la "tolerancia cero", ya había una tendencia a la baja en las tasas de criminalidad en el resto del país, incluso en ciudades con políticas más flexibles. También destacan la recuperación económica que experimentaba la nación entonces, durante la presidencia de Bill Clinton, según informa el diario La Nación.

Sin embargo, para muchos vecinos neoyorquinos el cambio fue radical, y lo agradecen.