10 de noviembre: DÍA DE LA TRADICIÓN
Para los que tenemos cierta edad, el 10 de Noviembre será siempre el Día de la Tradición, el día en que se homenajea a la identidad argentina y que alguna vez estuvo ligado a José Hernández y a nuestro poema nacional, el "Martín Fierro", hoy opacado por tantos feriados insulsos ("día de los derechos humanos", "día de la diversidad cultural americana" o "día de la soberanía") y su dudosa ligazón con la argentinidad.
¡Viva la Patria!
Periodismo y Comunicación por Periodistas de Córdoba, Argentina. LOS COMENTARIOS DEBEN DIRIGIRSE A raquelyhoraciocba@gmail.com - Agradecemos a los sitios que reproducen nuestros artículos que, una vez subidos a este blog, son de dominio público, aunque de origen privado. Deben respetarse tres cosas al reproducir, ya que estamos protegidos por la ley de propiedad intelectual: 1) citar la fuente, o sea este blog, 2) citar a los firmantes, 3) reproducir el artículo sin hacerle cambios.
10 nov 2010
25 oct 2010
LOS ERRORES DEL SISTEMA
LOS ERRORES DEL SISTEMA
www.laargentinaqueyoquiero.blogspot.com
En 1912, durante la presidencia de Roque Sáenz Peña, se sancionó la ley que lleva su nombre y que consagraba el voto secreto y obligatorio. A pesar del tiempo transcurrido –casi un siglo- y de los cambios políticos en el país y el mundo, la obligatoriedad del voto sigue vigente, desvirtuando así su sentido primigenio (eliminar el fraude), porque el voto no es un deber sino un derecho de la ciudadanía, que debe ser ejercido con conciencia y en libertad, exento de la presión pueril de la sanción.
El sistema republicano en el que vivimos adolece también de algunos defectos que deben ser corregidos en el breve plazo. Tal vez uno de los más graves es la persistente violación a las leyes por parte de quienes deberían dar el ejemplo: funcionarios, legisladores y jueces, debido a que el propio sistema no solamente facilita la impunidad de los infractores, sino que además la fomenta.
Es así que desde 1853 y durante gobiernos de distinto signo, las Cámaras del Congreso nacional han conferido poderes extraordinarios al primer magistrado de la Nación, aun cuando el artículo 29 de la Constitución lo prohíbe expresamente, estableciendo que “actos de esta naturaleza llevan consigo una nulidad insanable, y sujetarán a los que los formulen, consientan o firmen, a la responsabilidad y pena de los infames traidores a la Patria”.
Por otra parte, el fuerte sistema presidencialista que hemos estructurado confiere al primer mandatario la posibilidad de “gambetear” las leyes emanadas del Congreso y, a pesar de que la Carta Magna le impide “emitir disposiciones de carácter legislativo”, los presidentes argentinos, especialmente en los últimos años, han gobernado a través de un sinnúmero de “decretos de necesidad y urgencia” y, al mismo tiempo, vetando indefinidamente las leyes sancionadas por las cámaras que no han resultado de su agrado.
El sistema electoral argentino, que presenta serias fallas, ha llevado varias veces a la presidencia a candidatos que no contaban ni siquiera con el 50 por ciento de los votos válidos. El ejemplo más reciente es el de Néstor Carlos Kirchner, que se volvió presidente de los argentinos por un hecho fortuito, habiendo obtenido solamente un 22% de los votos, es decir con la aprobación de apenas una quinta parte del electorado. Y debemos acotar que por lo menos la mitad de esos votos fueron "prestados" por Eduardo Duhalde, hoy su enemigo político.
Urge también modificar el sistema electoral, a fin de eliminar las listas sábanas, mediante las cuales perfectos desconocidos, muchas veces incapaces o no suficientemente calificados, cuando no delincuentes procesados, acceden a un cargo público o a una banca en el Congreso.
También es imperativo que la designación de los jueces no pueda ser ejercida por el poder ejecutivo, sino que la ciudadanía pueda tener un conocimiento y un control más efectivos sobre aquellos individuos de cuyo criterio depende la libertad, la honra y el patrimonio de los argentinos.
Sumando estas asignaturas pendientes a los problemas reales y urgentes del pueblo argentino, nuestros dirigentes del oficialismo y la oposición tienen tanto trabajo por hacer, que es difícil pensar que tengan tiempo para distraerse en las trivialidades en las que los vemos enredados cotidianamente.
Raquel E. Consigli
Horacio Martínez Paz
www.laargentinaqueyoquiero.blogspot.com
En 1912, durante la presidencia de Roque Sáenz Peña, se sancionó la ley que lleva su nombre y que consagraba el voto secreto y obligatorio. A pesar del tiempo transcurrido –casi un siglo- y de los cambios políticos en el país y el mundo, la obligatoriedad del voto sigue vigente, desvirtuando así su sentido primigenio (eliminar el fraude), porque el voto no es un deber sino un derecho de la ciudadanía, que debe ser ejercido con conciencia y en libertad, exento de la presión pueril de la sanción.
El sistema republicano en el que vivimos adolece también de algunos defectos que deben ser corregidos en el breve plazo. Tal vez uno de los más graves es la persistente violación a las leyes por parte de quienes deberían dar el ejemplo: funcionarios, legisladores y jueces, debido a que el propio sistema no solamente facilita la impunidad de los infractores, sino que además la fomenta.
Es así que desde 1853 y durante gobiernos de distinto signo, las Cámaras del Congreso nacional han conferido poderes extraordinarios al primer magistrado de la Nación, aun cuando el artículo 29 de la Constitución lo prohíbe expresamente, estableciendo que “actos de esta naturaleza llevan consigo una nulidad insanable, y sujetarán a los que los formulen, consientan o firmen, a la responsabilidad y pena de los infames traidores a la Patria”.
Por otra parte, el fuerte sistema presidencialista que hemos estructurado confiere al primer mandatario la posibilidad de “gambetear” las leyes emanadas del Congreso y, a pesar de que la Carta Magna le impide “emitir disposiciones de carácter legislativo”, los presidentes argentinos, especialmente en los últimos años, han gobernado a través de un sinnúmero de “decretos de necesidad y urgencia” y, al mismo tiempo, vetando indefinidamente las leyes sancionadas por las cámaras que no han resultado de su agrado.
El sistema electoral argentino, que presenta serias fallas, ha llevado varias veces a la presidencia a candidatos que no contaban ni siquiera con el 50 por ciento de los votos válidos. El ejemplo más reciente es el de Néstor Carlos Kirchner, que se volvió presidente de los argentinos por un hecho fortuito, habiendo obtenido solamente un 22% de los votos, es decir con la aprobación de apenas una quinta parte del electorado. Y debemos acotar que por lo menos la mitad de esos votos fueron "prestados" por Eduardo Duhalde, hoy su enemigo político.
Urge también modificar el sistema electoral, a fin de eliminar las listas sábanas, mediante las cuales perfectos desconocidos, muchas veces incapaces o no suficientemente calificados, cuando no delincuentes procesados, acceden a un cargo público o a una banca en el Congreso.
También es imperativo que la designación de los jueces no pueda ser ejercida por el poder ejecutivo, sino que la ciudadanía pueda tener un conocimiento y un control más efectivos sobre aquellos individuos de cuyo criterio depende la libertad, la honra y el patrimonio de los argentinos.
Sumando estas asignaturas pendientes a los problemas reales y urgentes del pueblo argentino, nuestros dirigentes del oficialismo y la oposición tienen tanto trabajo por hacer, que es difícil pensar que tengan tiempo para distraerse en las trivialidades en las que los vemos enredados cotidianamente.
Raquel E. Consigli
Horacio Martínez Paz
14 oct 2010
LA INSOPORTABLE LEVEDAD DE LOS FELPUDOS
www.laargentinaqueyoquiero.blogspot.com
Los argentinos estamos acostumbrándonos cada vez más a la obsecuencia y el servilismo de los funcionarios públicos, convertidos en verdaderos felpudos del poder de turno, y que acomodan sus “convicciones” de acuerdo a la conveniencia política del momento.
La semana pasada, el presidente consorte le propinó una formidable cachetada al federalismo. Diez gobernadores se hicieron presentes en Santa Cruz con dos objetivos: por un lado apoyar al delfín de los K, el gobernador Daniel Peralta, que se candidatea para un nuevo período, y por otro enfrentar el fallo de la Suprema Corte que ordena restituir en su cargo al procurador Eduardo Sosa, destituido en 1995 por el entonces gobernador Néstor Kirchner.
El caso paradigmático –y tal vez el más lamentable de todos- es el del gobernador de la provincia más poderosa, Daniel Scioli, que hasta manifiesta públicamente que tiene “las manos atadas” en el tema de la inseguridad. A su lado se alinean lastimosamente los representantes de las provincias más pobres, y por eso más indefensas, del país: Misiones, Chaco, La Rioja, Santiago del Estero, Jujuy, por citar sólo algunas, siempre pendientes de las migajas económicas con que las soborna el poder central.
Tan indigna como la conducta de algunos gobernadores resulta la de los legisladores nacionales, diputados y senadores, que traicionan permanentemente la voluntad de sus votantes, adoptando, según sea la ocasión, actitudes diferentes.
Es así que existen legisladores “fantasmas” como el senador Carlos Menem, que aparece o no en el recinto, como la “luz mala”, según sea el arreglo con el presidente en las sombras. A otros se los podría denominar “veleta”, como el senador Luis Juez, que calcula el rédito político a obtener antes de decidirse por un sí o un no, olvidándose que su verborragia pasada ha quedado registrada en algún archivo periodístico.
Sin embargo, los peores son tal vez los legisladores “borocotó”, como la santafesina Roxana Latorre, que llegó a su banca de la mano de Carlos Reutemann, pero luego sucumbió a los aprietes oficiales y se pasó sin más trámite a la huertita K. En el mismo rubro podría incluirse a la senadora por San Juan Marina Riofrío y a la santiagueña Ada Iturrez de Cappellini, que prefirieron acompañar a la presidenta en su viaje a China para no tener que enfrentar una situación adversa en la cámara alta, ya que ambas se oponían al proyecto sostenido por su propio partido, el Frente para la Victoria. Con su ausencia permitieron la victoria de los kirchneristas.
Estas posturas cambiantes de legisladores y funcionarios de acuerdo a la ocasión muestran la perversa deslealtad de quienes, habiendo sido elegidos por sus propuestas, las olvidan alegremente una vez alcanzado el objetivo de llegar al poder o sentarse en una banca.
No obstante, tan grave como la volatilidad de los felpudos es la posibilidad que tiene el presidente de la Nación argentina de vetar indefinidamente todas las leyes emanadas del Congreso que no resulten de su agrado o afecten sus propósitos partidarios. Si el primer magistrado puede vetar cualquier ley que le resulte adversa, la situación resulta equivalente a que gobierne ignorando al poder legislativo y pone seriamente en riesgo el normal desempeño de la democracia y del sistema republicano en el que queremos vivir.
Raquel E. Consigli
Horacio Martínez Paz
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Los argentinos estamos acostumbrándonos cada vez más a la obsecuencia y el servilismo de los funcionarios públicos, convertidos en verdaderos felpudos del poder de turno, y que acomodan sus “convicciones” de acuerdo a la conveniencia política del momento.
La semana pasada, el presidente consorte le propinó una formidable cachetada al federalismo. Diez gobernadores se hicieron presentes en Santa Cruz con dos objetivos: por un lado apoyar al delfín de los K, el gobernador Daniel Peralta, que se candidatea para un nuevo período, y por otro enfrentar el fallo de la Suprema Corte que ordena restituir en su cargo al procurador Eduardo Sosa, destituido en 1995 por el entonces gobernador Néstor Kirchner.
El caso paradigmático –y tal vez el más lamentable de todos- es el del gobernador de la provincia más poderosa, Daniel Scioli, que hasta manifiesta públicamente que tiene “las manos atadas” en el tema de la inseguridad. A su lado se alinean lastimosamente los representantes de las provincias más pobres, y por eso más indefensas, del país: Misiones, Chaco, La Rioja, Santiago del Estero, Jujuy, por citar sólo algunas, siempre pendientes de las migajas económicas con que las soborna el poder central.
Tan indigna como la conducta de algunos gobernadores resulta la de los legisladores nacionales, diputados y senadores, que traicionan permanentemente la voluntad de sus votantes, adoptando, según sea la ocasión, actitudes diferentes.
Es así que existen legisladores “fantasmas” como el senador Carlos Menem, que aparece o no en el recinto, como la “luz mala”, según sea el arreglo con el presidente en las sombras. A otros se los podría denominar “veleta”, como el senador Luis Juez, que calcula el rédito político a obtener antes de decidirse por un sí o un no, olvidándose que su verborragia pasada ha quedado registrada en algún archivo periodístico.
Sin embargo, los peores son tal vez los legisladores “borocotó”, como la santafesina Roxana Latorre, que llegó a su banca de la mano de Carlos Reutemann, pero luego sucumbió a los aprietes oficiales y se pasó sin más trámite a la huertita K. En el mismo rubro podría incluirse a la senadora por San Juan Marina Riofrío y a la santiagueña Ada Iturrez de Cappellini, que prefirieron acompañar a la presidenta en su viaje a China para no tener que enfrentar una situación adversa en la cámara alta, ya que ambas se oponían al proyecto sostenido por su propio partido, el Frente para la Victoria. Con su ausencia permitieron la victoria de los kirchneristas.
Estas posturas cambiantes de legisladores y funcionarios de acuerdo a la ocasión muestran la perversa deslealtad de quienes, habiendo sido elegidos por sus propuestas, las olvidan alegremente una vez alcanzado el objetivo de llegar al poder o sentarse en una banca.
No obstante, tan grave como la volatilidad de los felpudos es la posibilidad que tiene el presidente de la Nación argentina de vetar indefinidamente todas las leyes emanadas del Congreso que no resulten de su agrado o afecten sus propósitos partidarios. Si el primer magistrado puede vetar cualquier ley que le resulte adversa, la situación resulta equivalente a que gobierne ignorando al poder legislativo y pone seriamente en riesgo el normal desempeño de la democracia y del sistema republicano en el que queremos vivir.
Raquel E. Consigli
Horacio Martínez Paz
8 oct 2010
UNA SEMANA DE FURIA
No fue una buena semana para el matrimonio presidencial. La presidente viajó a Alemania, aunque nadie sabe bien para qué. Debió hacerlo en un avión alquilado, ya que si el Tango 01 tocara suelo alemán, sería inmediatamente embargado.
En Alemania usó varios atriles, que son la razón de su vida, para decir lo que nadie medianamente serio puede creer. Fue entrevistada por dos periodistas del prestigioso medio Der Spiegel. Revisó el borrador y estuvo de acuerdo con su publicación, pero una vez impreso ya no le gustó. Entonces hizo circular una firme desmentida, porque ésa es la realidad: nunca estuvo detenida durante la dictadura militar, como tampoco su marido. Spiegel le contestó sorprendido, subiendo a internet la entrevista completa en alemán y en inglés, que más tarde fue traducida también al castellano.
Luego sufrió el embate de la asociación internacional de editores de diarios, que criticó su ley de medios "antimonopolio" y sus ataques frontales a Clarín y La Nación.
En la feria del libro de Frankfurt, el stand argentino lucía una gigantografía de ella... y de Diego Maradona como emblemas indiscutidos de la cultura argentina. Ambos, deducimos, son prolíficos publicistas que han escrito decenas de libros. Todo lo expuesto en el pabellón argentino responde a lo peor de la izquierda vernácula. Cabe destacar que en dicho stand no hay lugar para nadie que piense ni un poquito diferente.
Cristina declaró a Der Spiegel que estaba leyendo un libro sobre cierto prócer latinoamericano, pero no cierra con lo que agregó: que Chávez se lo había quitado (al libro). Aunque se manifestó una fanática lectora "de toda la vida", no aclaró qué libro está leyendo, ni supo dar el nombre del autor o del protagonista. No creemos que haya pasado en su vida de leer Corín Tellado, con todo respeto hacia esta famosa novelista rosa.
Luego de sacarse la clásica foto -sonriente- con la Dra. Merkel, ésta le reclamó los fondos adeudados a los alemanes, a lo que Cristina replicó que tiene "vocación" de cancelar la totalidad de la deuda con el Club de París. Si la memoria no nos falla, hace ya más de dos años anunció -con bombos y platillos y desde otro atril- que sería inmediatamente pagada. Merkel se manifestó partidaria de que todo el trámite quede bajo la supervisión del FMI, de lo que el consorte presidencial se mofó desde nuestro país: "que el FMI deje de darnos lecciones, porque tiene poco y nada que ver con Argentina". Tal vez lo que no les gustó a los K son las declaraciones de ese organismo internacional respecto al Indec: que ninguna de sus cifras es creíble.
El jueves 7 de octubre, durante su último día en Alemania, se reunió con unos pocos empresarios locales a los que trató de convencer de las ventajas de invertir en nuestro país. Salvo un mínimo acuerdo con Volkswagen, que servía para la foto, los "inversores" teutones se retiraron comentando en voz baja que ni borrachos traerían un peso a Argentina mientras esté gobernada por el siniestro matrimonio.
Finalmente, aún estando en el país de Goethe se enteró que el premio Nobel de Literatura había sido otorgado al liberal Mario Vargas Llosa y que el Nobel de la Paz no tendría como destinatarias a sus apadrinadas abuelas, sino a un filósofo chino anticomunista, que resiste a los déspotas de su país desde una cárcel en Pekín. Dos personajes de la perversa derecha "capitalista", a la que hay que destruir para instalar el magnífico invento chavista: el "Socialismo del siglo XXI".
Mala semana para el matrimonio Kirchner. No se han dado cuenta de que el inexorable péndulo de la historia está de vuelta y de que corren el riesgo de que se los lleve puestos.
Raquel E. Consigli
Horacio Martínez Paz
www.laargentinaqueyoquiero.blogspot.com
No fue una buena semana para el matrimonio presidencial. La presidente viajó a Alemania, aunque nadie sabe bien para qué. Debió hacerlo en un avión alquilado, ya que si el Tango 01 tocara suelo alemán, sería inmediatamente embargado.
En Alemania usó varios atriles, que son la razón de su vida, para decir lo que nadie medianamente serio puede creer. Fue entrevistada por dos periodistas del prestigioso medio Der Spiegel. Revisó el borrador y estuvo de acuerdo con su publicación, pero una vez impreso ya no le gustó. Entonces hizo circular una firme desmentida, porque ésa es la realidad: nunca estuvo detenida durante la dictadura militar, como tampoco su marido. Spiegel le contestó sorprendido, subiendo a internet la entrevista completa en alemán y en inglés, que más tarde fue traducida también al castellano.
Luego sufrió el embate de la asociación internacional de editores de diarios, que criticó su ley de medios "antimonopolio" y sus ataques frontales a Clarín y La Nación.
En la feria del libro de Frankfurt, el stand argentino lucía una gigantografía de ella... y de Diego Maradona como emblemas indiscutidos de la cultura argentina. Ambos, deducimos, son prolíficos publicistas que han escrito decenas de libros. Todo lo expuesto en el pabellón argentino responde a lo peor de la izquierda vernácula. Cabe destacar que en dicho stand no hay lugar para nadie que piense ni un poquito diferente.
Cristina declaró a Der Spiegel que estaba leyendo un libro sobre cierto prócer latinoamericano, pero no cierra con lo que agregó: que Chávez se lo había quitado (al libro). Aunque se manifestó una fanática lectora "de toda la vida", no aclaró qué libro está leyendo, ni supo dar el nombre del autor o del protagonista. No creemos que haya pasado en su vida de leer Corín Tellado, con todo respeto hacia esta famosa novelista rosa.
Luego de sacarse la clásica foto -sonriente- con la Dra. Merkel, ésta le reclamó los fondos adeudados a los alemanes, a lo que Cristina replicó que tiene "vocación" de cancelar la totalidad de la deuda con el Club de París. Si la memoria no nos falla, hace ya más de dos años anunció -con bombos y platillos y desde otro atril- que sería inmediatamente pagada. Merkel se manifestó partidaria de que todo el trámite quede bajo la supervisión del FMI, de lo que el consorte presidencial se mofó desde nuestro país: "que el FMI deje de darnos lecciones, porque tiene poco y nada que ver con Argentina". Tal vez lo que no les gustó a los K son las declaraciones de ese organismo internacional respecto al Indec: que ninguna de sus cifras es creíble.
El jueves 7 de octubre, durante su último día en Alemania, se reunió con unos pocos empresarios locales a los que trató de convencer de las ventajas de invertir en nuestro país. Salvo un mínimo acuerdo con Volkswagen, que servía para la foto, los "inversores" teutones se retiraron comentando en voz baja que ni borrachos traerían un peso a Argentina mientras esté gobernada por el siniestro matrimonio.
Finalmente, aún estando en el país de Goethe se enteró que el premio Nobel de Literatura había sido otorgado al liberal Mario Vargas Llosa y que el Nobel de la Paz no tendría como destinatarias a sus apadrinadas abuelas, sino a un filósofo chino anticomunista, que resiste a los déspotas de su país desde una cárcel en Pekín. Dos personajes de la perversa derecha "capitalista", a la que hay que destruir para instalar el magnífico invento chavista: el "Socialismo del siglo XXI".
Mala semana para el matrimonio Kirchner. No se han dado cuenta de que el inexorable péndulo de la historia está de vuelta y de que corren el riesgo de que se los lleve puestos.
Raquel E. Consigli
Horacio Martínez Paz
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6 oct 2010
PARA ROBUSTECER LA DEMOCRACIA
Brasil votó. Se cumplieron parcialmente las predicciones que daban por ganadora a Dilma Rousseff, y decimos parcialmente, ya que hace tiempo que las noticias y encuestas hablaban de que la candidata de Lula arrasaría en la primera vuelta.
No llegó, y deberá ir a ballotage, aunque sólo le faltaron muy pocos puntos. Lula le prestó a Rousseff la mitad de los votos que obtuvo. En la segunda vuelta el triunfo puede no ser tan marcado, ya que algunos colegas brasileros comentan que muchos de los votos de Lula pasarían, en esta oportunidad, al bando contrario. Cosas de la alquimia política que a la distancia no llegamos a comprender muy bien. Sin embargo, la constitución brasilera es estricta: el candidato a presidente tiene que obtener el 50% más uno de los votos.
En Colombia hace escaso tiempo, el candidato Juan Manuel Santos, en primera vuelta, obtuvo casi el 50% de los votos y su oponente más cercano el 26%. El contrincante de Santos era un engendro creado por Hugo Chávez, quien se encargó de hacer correr encuestas en las que lo daban ganador en primera vuelta. Sin embargo, en el ballotage, por el que obligatoriamente debió pasar, ganó cómodamente el hoy presidente Santos.
A partir de la reforma constitucional de 1994, Argentina adoptó el sistema de dos vueltas electorales, que venía a reemplazar al anterior -y más sabio- de los colegios electorales previsto en la Carta Magna de 1853, en la cual un voto de Misiones era tan válido como otro del conurbano bonaerense. De esta forma se evitaba que una provincia superhabitada definiera quién nos gobernaría.
Si hubiéramos tenido una ley electoral estricta como en los países líderes en el mundo -ya que la nuestra viene con trampita-, y se exigiera el 50% más uno de los votos para ganar en primera vuelta, ¿hubiera accedido a la primera magistratura Cristina Fernández? Creemos que no. Y mucho menos su marido, que llegó a la presidencia con sólo el 22% de los votos a favor, es decir apenas una quinta parte del electorado.
En el caso de Cristina Kirchner, una oposición tremendamente fragmentada se hubiera unido para enfrentarla y hubiera sido el anticipo de lo que luego sucediera en 2009. Siete de cada diez argentinos no quieren a los Kirchner en el poder. Los tres que los apoyan son los beneficiarios de planes sociales -planes ¿trabajar?-, y todo tipo de prebendas permanentemente renovadas y aumentadas con el fin de mantener el electorado cautivo que les sirve de base de sustentación.
Es imperativo que Argentina revise y perfeccione su sistema electoral, no solamente en lo que hace a la incorporción de tecnología (las urnas electrónicas -lo que implicaría un cierto freno al fraude-) sino, y mucho más importante, en lo que hace al porcentaje necesario para acceder a la primera magistratura del país, por tratarse en nuestro caso de un sistema presidencialista fuerte.
Raquel E. Consigli
Horacio Martínez Paz
Brasil votó. Se cumplieron parcialmente las predicciones que daban por ganadora a Dilma Rousseff, y decimos parcialmente, ya que hace tiempo que las noticias y encuestas hablaban de que la candidata de Lula arrasaría en la primera vuelta.
No llegó, y deberá ir a ballotage, aunque sólo le faltaron muy pocos puntos. Lula le prestó a Rousseff la mitad de los votos que obtuvo. En la segunda vuelta el triunfo puede no ser tan marcado, ya que algunos colegas brasileros comentan que muchos de los votos de Lula pasarían, en esta oportunidad, al bando contrario. Cosas de la alquimia política que a la distancia no llegamos a comprender muy bien. Sin embargo, la constitución brasilera es estricta: el candidato a presidente tiene que obtener el 50% más uno de los votos.
En Colombia hace escaso tiempo, el candidato Juan Manuel Santos, en primera vuelta, obtuvo casi el 50% de los votos y su oponente más cercano el 26%. El contrincante de Santos era un engendro creado por Hugo Chávez, quien se encargó de hacer correr encuestas en las que lo daban ganador en primera vuelta. Sin embargo, en el ballotage, por el que obligatoriamente debió pasar, ganó cómodamente el hoy presidente Santos.
A partir de la reforma constitucional de 1994, Argentina adoptó el sistema de dos vueltas electorales, que venía a reemplazar al anterior -y más sabio- de los colegios electorales previsto en la Carta Magna de 1853, en la cual un voto de Misiones era tan válido como otro del conurbano bonaerense. De esta forma se evitaba que una provincia superhabitada definiera quién nos gobernaría.
Si hubiéramos tenido una ley electoral estricta como en los países líderes en el mundo -ya que la nuestra viene con trampita-, y se exigiera el 50% más uno de los votos para ganar en primera vuelta, ¿hubiera accedido a la primera magistratura Cristina Fernández? Creemos que no. Y mucho menos su marido, que llegó a la presidencia con sólo el 22% de los votos a favor, es decir apenas una quinta parte del electorado.
En el caso de Cristina Kirchner, una oposición tremendamente fragmentada se hubiera unido para enfrentarla y hubiera sido el anticipo de lo que luego sucediera en 2009. Siete de cada diez argentinos no quieren a los Kirchner en el poder. Los tres que los apoyan son los beneficiarios de planes sociales -planes ¿trabajar?-, y todo tipo de prebendas permanentemente renovadas y aumentadas con el fin de mantener el electorado cautivo que les sirve de base de sustentación.
Es imperativo que Argentina revise y perfeccione su sistema electoral, no solamente en lo que hace a la incorporción de tecnología (las urnas electrónicas -lo que implicaría un cierto freno al fraude-) sino, y mucho más importante, en lo que hace al porcentaje necesario para acceder a la primera magistratura del país, por tratarse en nuestro caso de un sistema presidencialista fuerte.
Raquel E. Consigli
Horacio Martínez Paz
27 sept 2010
SENSACIÓN DE IMPUNIDAD
SENSACIÓN DE IMPUNIDAD
Todos los medios de comunicación han dado cuenta de la "salidera" que sufriera la intendente de Campana hace poco menos de un mes. Consignan que no fue en un banco, sino en un negocio de telefonía en el barrio porteño de Palermo y a plena luz del día, y que, además de sustraerle la cartera, la golpearon con violencia. Aunque no hizo público qué cantidad de dinero le robaron, es evidente que sintió en carne propia la "sensación" de inseguridad.
La señora Stella Maris Giroldi ganó las elecciones locales en 2007 en aquella ciudad del norte bonaerense por escasos tres puntos sobre su rival Carlos Cazador. Giroldi es ultra oficialista y contó con el apoyo del conocido "aparato" kirchnerista, que se maneja con prebendas y dádivas pagadas con los dineros públicos, por lo que su legitimidad es, al menos, dudosa.
Nos interesa aquí destacar dos cosas.
La intendente de Campana es la esposa de Jorge Varela, ex diputado y actual ministro de desarrollo humano de la provincia de Buenos Aires. Ella misma accede a la intendencia siendo diputada provincial.
Ya hemos escrito varios artículos sobre el nepotismo y el poder como bien ganancial que, aunque no es exclusivo de la era K, aumentó dentro de ella hasta la exageración. Parafraseando al químico francés Antonio Lavoisier, podría decirse que nunca como ahora, en política, se ha seguido con tanto celo la ley que lleva su nombre: "Nada se crea ni se destruye, sólo se transforma".
El segundo tema es que la señora Giroldi milita en el oficialismo más rancio. Aquel que niega la inseguridad. Aquel que nos dice que sólo tenemos una "sensación". Aquel que bloquea en el congreso nacional el tratamiento de una ley específica contra las "salideras", que mitigaría en algo la angustia de la ciudadanía atemorizada por la violencia cotidiana y la impunidad reinante.
Nos preguntamos qué piensa ahora la militante ultrakirchnerista.
Tal vez el "golpecito" que ha experimentado le hará cambiar de opinión:
ya no será una "impresión" sino un hecho comprobado que le hará dar,
como a sus pares K en la función pública, un giro hacia la racionalidad
y el apoyo a la ley que los argentinos necesitamos con extrema urgencia.
Raquel E. Consigli
Horacio Martínez Paz
Todos los medios de comunicación han dado cuenta de la "salidera" que sufriera la intendente de Campana hace poco menos de un mes. Consignan que no fue en un banco, sino en un negocio de telefonía en el barrio porteño de Palermo y a plena luz del día, y que, además de sustraerle la cartera, la golpearon con violencia. Aunque no hizo público qué cantidad de dinero le robaron, es evidente que sintió en carne propia la "sensación" de inseguridad.
La señora Stella Maris Giroldi ganó las elecciones locales en 2007 en aquella ciudad del norte bonaerense por escasos tres puntos sobre su rival Carlos Cazador. Giroldi es ultra oficialista y contó con el apoyo del conocido "aparato" kirchnerista, que se maneja con prebendas y dádivas pagadas con los dineros públicos, por lo que su legitimidad es, al menos, dudosa.
Nos interesa aquí destacar dos cosas.
La intendente de Campana es la esposa de Jorge Varela, ex diputado y actual ministro de desarrollo humano de la provincia de Buenos Aires. Ella misma accede a la intendencia siendo diputada provincial.
Ya hemos escrito varios artículos sobre el nepotismo y el poder como bien ganancial que, aunque no es exclusivo de la era K, aumentó dentro de ella hasta la exageración. Parafraseando al químico francés Antonio Lavoisier, podría decirse que nunca como ahora, en política, se ha seguido con tanto celo la ley que lleva su nombre: "Nada se crea ni se destruye, sólo se transforma".
El segundo tema es que la señora Giroldi milita en el oficialismo más rancio. Aquel que niega la inseguridad. Aquel que nos dice que sólo tenemos una "sensación". Aquel que bloquea en el congreso nacional el tratamiento de una ley específica contra las "salideras", que mitigaría en algo la angustia de la ciudadanía atemorizada por la violencia cotidiana y la impunidad reinante.
Nos preguntamos qué piensa ahora la militante ultrakirchnerista.
Tal vez el "golpecito" que ha experimentado le hará cambiar de opinión:
ya no será una "impresión" sino un hecho comprobado que le hará dar,
como a sus pares K en la función pública, un giro hacia la racionalidad
y el apoyo a la ley que los argentinos necesitamos con extrema urgencia.
Raquel E. Consigli
Horacio Martínez Paz
24 sept 2010
LA NACIÓN - 24/09/10 - Carta de Lectores
Crucifijos
Señor Director:
"Con respecto a la polémica generada por la doctora Carmen Argibay al sostener que deben sacarse los crucifijos de los juzgados, me permito citar un diálogo entre los penalistas Antonio Beristain y Elías Neuman, extraído del libro Criminología y dignidad humana.
"El primero, que es, además, sacerdote jesuita, dice: «Conviene quitar los crucifijos de las salas de justicia [porque] los jueces no juzgan en nombre de Dios».
Neuman contesta con la siguiente anécdota: «Mi padre, que era un judío muy religioso,
fue internado cierta vez en un sanatorio y sobre su cama pendía un crucifijo. Lo retiramos y entregamos a una monja, mientras mi buen padre nos decía que a él no le importaba. ?Al fin, en esa cruz hay un judío que sufrió más de lo que estoy sufriendo yo ahora´, argumentó».
"Siento, de ambas partes, una fuerte lección de tolerancia. Algo que está hoy ausente en la mayoría de los debates ideológicos."
José Deym
jdeym@fibertel.com.ar
Señor Director:
"Con respecto a la polémica generada por la doctora Carmen Argibay al sostener que deben sacarse los crucifijos de los juzgados, me permito citar un diálogo entre los penalistas Antonio Beristain y Elías Neuman, extraído del libro Criminología y dignidad humana.
"El primero, que es, además, sacerdote jesuita, dice: «Conviene quitar los crucifijos de las salas de justicia [porque] los jueces no juzgan en nombre de Dios».
Neuman contesta con la siguiente anécdota: «Mi padre, que era un judío muy religioso,
fue internado cierta vez en un sanatorio y sobre su cama pendía un crucifijo. Lo retiramos y entregamos a una monja, mientras mi buen padre nos decía que a él no le importaba. ?Al fin, en esa cruz hay un judío que sufrió más de lo que estoy sufriendo yo ahora´, argumentó».
"Siento, de ambas partes, una fuerte lección de tolerancia. Algo que está hoy ausente en la mayoría de los debates ideológicos."
José Deym
jdeym@fibertel.com.ar
3 sept 2010
POR UNA MUÑECA
POR UNA MUÑECA
Fueron noticia durante la votación en el senado sobre el mal llamado "matrimonio igualitario" las ausencias claves que favorecieron que la norma fuera aprobada.
Entre ellas, dos senadoras que se habían manifestado contrarias a la norma, pero que aceptaron la invitación de la presidente para viajar con ella a China cuando debían presentarse en el recinto para la crucial votación.
Una de ellas fue la senadora por Santiago del Estero, Ada Rosa Iturrez de Cappellini. Es de hacer notar que la legisladora es la esposa del intendente de la ciudad de Ojo de Agua, quien está seriamente sospechado de malversación.
En esta época abunda el nepotismo en todos los niveles de gobierno, incluido el estrato sindical, y se considera al poder político como un bien ganancial.
Recientemente, la senadora Cappellini respondió en una entrevista radial:
"La señora presidenta tuvo la deferencia de invitarme al viaje como un reconocimiento a mi militancia peronista de toda la vida. Yo recibí mi primera muñeca de las manos de Eva Perón y siempre fui peronista. ¿Usted sabe lo que significa que la presidenta de todos los argentinos la invite a una a subirse a su avión…? ¡Cómo voy a despreciarlo!”.
Curiosa manera de intentar justificar lo injustificable por parte de una senadora de la Nación. Ella fue electa para debatir y votar en la cámara alta, y para ello los argentinos le estamos pagando un elevadísimo estipendio.
Habrá recibido su primera muñeca de manos de Eva Perón, pero no puede ignorar que el costo de aquel juguete fue pagado por todos los argentinos, y no por la esposa presidencial de aquellos años.
También se equivoca cuando dice que la presidente la invitó a subir a "su" avión. El avión pertenece al patrimonio de los argentinos y no al presidente de turno.
La tentación de sentir propios los bienes públicos no es algo nuevo en la política argentina, pero nunca como ahora se ha hecho tan patente.
Nosotros hemos estado en contra de la ley de matrimonio homosexual, no por un prurito religioso, sino por el respeto al derecho natural. Nos hubiera gustado que dicha senadora hubiera cumplido con su deber, aunque votara a favor de la norma.
También esperábamos que varios otros senadores, entre los que había ex presidentes y ex gobernadores, permanecieran en sus bancas en el momento de votar.
Era nuestro deseo, además, que un senador por nuestra provincia cumpliera con sus declamaciones de campaña y no terminara borocotizándose como lo hizo, con su clásico y exagerado histrionismo de cuentista cómico cordobés.
Nos aflije ver qué baratas están las conciencias. Una muñeca, un viaje, alguna promesa, algún negocio, "zafar" de alguna causa en la justicia, etc., son claros ejemplos de la chatura de la clase política argentina actual.
Raquel E. Consigli
Horacio Martínez Paz
Fueron noticia durante la votación en el senado sobre el mal llamado "matrimonio igualitario" las ausencias claves que favorecieron que la norma fuera aprobada.
Entre ellas, dos senadoras que se habían manifestado contrarias a la norma, pero que aceptaron la invitación de la presidente para viajar con ella a China cuando debían presentarse en el recinto para la crucial votación.
Una de ellas fue la senadora por Santiago del Estero, Ada Rosa Iturrez de Cappellini. Es de hacer notar que la legisladora es la esposa del intendente de la ciudad de Ojo de Agua, quien está seriamente sospechado de malversación.
En esta época abunda el nepotismo en todos los niveles de gobierno, incluido el estrato sindical, y se considera al poder político como un bien ganancial.
Recientemente, la senadora Cappellini respondió en una entrevista radial:
"La señora presidenta tuvo la deferencia de invitarme al viaje como un reconocimiento a mi militancia peronista de toda la vida. Yo recibí mi primera muñeca de las manos de Eva Perón y siempre fui peronista. ¿Usted sabe lo que significa que la presidenta de todos los argentinos la invite a una a subirse a su avión…? ¡Cómo voy a despreciarlo!”.
Curiosa manera de intentar justificar lo injustificable por parte de una senadora de la Nación. Ella fue electa para debatir y votar en la cámara alta, y para ello los argentinos le estamos pagando un elevadísimo estipendio.
Habrá recibido su primera muñeca de manos de Eva Perón, pero no puede ignorar que el costo de aquel juguete fue pagado por todos los argentinos, y no por la esposa presidencial de aquellos años.
También se equivoca cuando dice que la presidente la invitó a subir a "su" avión. El avión pertenece al patrimonio de los argentinos y no al presidente de turno.
La tentación de sentir propios los bienes públicos no es algo nuevo en la política argentina, pero nunca como ahora se ha hecho tan patente.
Nosotros hemos estado en contra de la ley de matrimonio homosexual, no por un prurito religioso, sino por el respeto al derecho natural. Nos hubiera gustado que dicha senadora hubiera cumplido con su deber, aunque votara a favor de la norma.
También esperábamos que varios otros senadores, entre los que había ex presidentes y ex gobernadores, permanecieran en sus bancas en el momento de votar.
Era nuestro deseo, además, que un senador por nuestra provincia cumpliera con sus declamaciones de campaña y no terminara borocotizándose como lo hizo, con su clásico y exagerado histrionismo de cuentista cómico cordobés.
Nos aflije ver qué baratas están las conciencias. Una muñeca, un viaje, alguna promesa, algún negocio, "zafar" de alguna causa en la justicia, etc., son claros ejemplos de la chatura de la clase política argentina actual.
Raquel E. Consigli
Horacio Martínez Paz
1 sept 2010
EL BICENTENARIO OLVIDADO
EL BICENTENARIO OLVIDADO
El domingo 29 de agosto de 2010 se celebraron los 200 años del natalicio de un grande de la Patria: Juan Bautista Alberdi. Sólo su Tucumán natal le ha ofrecido múltiples y expresivos homenajes. En cambio, para la nación en general ha pasado desapercibido.
¿Será que para la pareja gobernante Alberdi es una avenida que está por ahí y nada más?
Juan Bautista Alberdi, nacido en San Miguel de Tucumán en 1810, fue uno de los más importantes e interesantes pensadores que ha tenido la Argentina y que dejó para la posteridad dos libros de cabecera para los políticos del país: "Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina -más conocido como "Bases"-, y "El sistema económico y rentístico de la Confederación Argentina según su Constitución de 1853".
Este patriota olvidado dejó plasmadas en estas obras su visión sobre lo que consideraba que debía ser la estructura política y económica del país que se gestaba, y que en aquella época se encontraba prácticamente despoblado. Por eso Alberdi es generalmente asociado con una de sus frases más conocidas: gobernar es poblar.
Propuso también una serie de ideas que no han perdido vigencia. Para Alberdi el primer problema político es el problema económico, pero este “problema” político-económico sólo puede resolverse partiendo de la paz y la unión entre los argentinos. Sostiene que los dos grandes enemigos del progreso en América son la pobreza y la despoblación. Para revertirlos se debe dejar en libertad de acción al trabajo, la tierra y el capital; la función del gobierno, en tanto, es la de ser el centinela en el sistema de libre mercado, pero es vital que los gobernantes se concentren en proveer la infraestructura que activará el progreso: puentes, caminos, vías férreas, vías navegables.
Alberdi afirmaba que es imperativo inculcar a la población los principios establecidos en la Constitución Nacional, pues ella es la base de donde deben partir las políticas económicas.
Consideraba que nuestra Carta Magna es “en materia económica, lo que en todos los ramos del derecho público: la expresión de una revolución de libertad, la consagración de la revolución social de América”.
Y no se equivocó, ya que a partir de ella el país progresó en paz y sin pausa hasta mediados del siglo XX.
Desde estas breves líneas queremos dejar nuestro homenaje a este insigne tucumano, que debería servir de ejemplo a nuestros gobernantes actuales y a los que hayan de sucederlos en el futuro.
Raquel E. Consigli
Horacio Martínez Paz
El domingo 29 de agosto de 2010 se celebraron los 200 años del natalicio de un grande de la Patria: Juan Bautista Alberdi. Sólo su Tucumán natal le ha ofrecido múltiples y expresivos homenajes. En cambio, para la nación en general ha pasado desapercibido.
¿Será que para la pareja gobernante Alberdi es una avenida que está por ahí y nada más?
Juan Bautista Alberdi, nacido en San Miguel de Tucumán en 1810, fue uno de los más importantes e interesantes pensadores que ha tenido la Argentina y que dejó para la posteridad dos libros de cabecera para los políticos del país: "Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina -más conocido como "Bases"-, y "El sistema económico y rentístico de la Confederación Argentina según su Constitución de 1853".
Este patriota olvidado dejó plasmadas en estas obras su visión sobre lo que consideraba que debía ser la estructura política y económica del país que se gestaba, y que en aquella época se encontraba prácticamente despoblado. Por eso Alberdi es generalmente asociado con una de sus frases más conocidas: gobernar es poblar.
Propuso también una serie de ideas que no han perdido vigencia. Para Alberdi el primer problema político es el problema económico, pero este “problema” político-económico sólo puede resolverse partiendo de la paz y la unión entre los argentinos. Sostiene que los dos grandes enemigos del progreso en América son la pobreza y la despoblación. Para revertirlos se debe dejar en libertad de acción al trabajo, la tierra y el capital; la función del gobierno, en tanto, es la de ser el centinela en el sistema de libre mercado, pero es vital que los gobernantes se concentren en proveer la infraestructura que activará el progreso: puentes, caminos, vías férreas, vías navegables.
Alberdi afirmaba que es imperativo inculcar a la población los principios establecidos en la Constitución Nacional, pues ella es la base de donde deben partir las políticas económicas.
Consideraba que nuestra Carta Magna es “en materia económica, lo que en todos los ramos del derecho público: la expresión de una revolución de libertad, la consagración de la revolución social de América”.
Y no se equivocó, ya que a partir de ella el país progresó en paz y sin pausa hasta mediados del siglo XX.
Desde estas breves líneas queremos dejar nuestro homenaje a este insigne tucumano, que debería servir de ejemplo a nuestros gobernantes actuales y a los que hayan de sucederlos en el futuro.
Raquel E. Consigli
Horacio Martínez Paz
22 ago 2010
ESTAMOS DESESPERANZADOS...
ESTAMOS DESESPERANZADOS...
Ha muerto Hugo Guerrero Marthineitz, hombre de radio durante más de 60 años, quien en momentos difíciles para Argentina usó en sus programas la famosa muletilla "estoy desesperanzado". Posteriormente, el cómico Mario Sapag se encargó de popularizarla en una memorable -y respetuosa- imitación que hacía del locutor peruano.
Ha muerto en el Hospital de Clínicas de Buenos Aires, recogido por alguna alma bondadosa que lo encontró viviendo en la calle, ya que había sido echado del monoambiente donde vivía por falta de dinero. Ahora seguramente le rendirán homenajes y le llevarán flores a la Chacarita. Él necesitó una mano en sus últimos años, y no la tuvo. Murió solo y en la miseria.
Fue un hombre honrado, que hizo con honestidad lo que sabía hacer.
Y lo hizo bien. Podía gustar o no su estilo. Jamás disimuló su manera
peruana de hablar, y sus programas fueron de una enorme variedad musical y narrativa.
Como gente de radio que somos, no podemos menos que acongojarnos y "desesperanzarnos". Sabemos por propia experiencia lo duro que es tener que financiar a partir del propio bolsillo el "vicio" del micrófono, y entendemos por qué los "viciosos" siguen adelante, contra viento y marea, mientras la chabacanería insolente obtiene inmediatamente altísimos réditos económicos.
En el año 2003, en una entrevista concedida al diario La Nación decía: "Fui acusado de jesuita, masón, militarista, marxista y hombre de la CIA, según los años y las costumbres". Ejercí esta profesión de la única manera que conozco: despreocupándome del éxito y pensando en el trabajo. Fui el primero en la Argentina en tener su propio equipo de grabación, poseo una buena discoteca con material comprado con mi dinero, nunca recibí un disco de una grabadora ni acepté regalos por ningún concepto. Cuando intentaron hacerlo, lo hice público y esas circunstancias tuvieron un alto costo en mi vida."
Este valioso peruano, tan respetado por todo el mundo de la radio, y que hizo un mito de los silencios al micrófono, ha silenciado su voz. Esta vez, para siempre. Y, como era su costumbre, a solas.
Raquel E. Consigli
Horacio Martínez Paz
Ha muerto Hugo Guerrero Marthineitz, hombre de radio durante más de 60 años, quien en momentos difíciles para Argentina usó en sus programas la famosa muletilla "estoy desesperanzado". Posteriormente, el cómico Mario Sapag se encargó de popularizarla en una memorable -y respetuosa- imitación que hacía del locutor peruano.
Ha muerto en el Hospital de Clínicas de Buenos Aires, recogido por alguna alma bondadosa que lo encontró viviendo en la calle, ya que había sido echado del monoambiente donde vivía por falta de dinero. Ahora seguramente le rendirán homenajes y le llevarán flores a la Chacarita. Él necesitó una mano en sus últimos años, y no la tuvo. Murió solo y en la miseria.
Fue un hombre honrado, que hizo con honestidad lo que sabía hacer.
Y lo hizo bien. Podía gustar o no su estilo. Jamás disimuló su manera
peruana de hablar, y sus programas fueron de una enorme variedad musical y narrativa.
Como gente de radio que somos, no podemos menos que acongojarnos y "desesperanzarnos". Sabemos por propia experiencia lo duro que es tener que financiar a partir del propio bolsillo el "vicio" del micrófono, y entendemos por qué los "viciosos" siguen adelante, contra viento y marea, mientras la chabacanería insolente obtiene inmediatamente altísimos réditos económicos.
En el año 2003, en una entrevista concedida al diario La Nación decía: "Fui acusado de jesuita, masón, militarista, marxista y hombre de la CIA, según los años y las costumbres". Ejercí esta profesión de la única manera que conozco: despreocupándome del éxito y pensando en el trabajo. Fui el primero en la Argentina en tener su propio equipo de grabación, poseo una buena discoteca con material comprado con mi dinero, nunca recibí un disco de una grabadora ni acepté regalos por ningún concepto. Cuando intentaron hacerlo, lo hice público y esas circunstancias tuvieron un alto costo en mi vida."
Este valioso peruano, tan respetado por todo el mundo de la radio, y que hizo un mito de los silencios al micrófono, ha silenciado su voz. Esta vez, para siempre. Y, como era su costumbre, a solas.
Raquel E. Consigli
Horacio Martínez Paz
18 ago 2010
COMENTARIO DE UN LECTOR
Duele leer estas verdades. Pero hay que decirlas aunque duelan.
Después de las elecciones del 2011 espero que los Correntinos (porque lo soy, nada más) y todos nuestros hermanos Argentinos podamos decir lo que una vez dijo otro gran héroe: "Muero contento, hemos vencido al enemigo".
Nuestra Presidente, se olvida que Corrientes también existe ?. En un acto de histórica importancia NO VINO. Será que conviene más ir a China ?; o a Chascomús, donde ahí sí le rindieron pleitesía, o mejor, pudieron sacar algún rédito político a expensas de Ricardito Alfonsín (pobre, me dá pena la manera que fue "usado"). Saliendo Scioli a decir que "es un ejemplo de convivencia política". Y su patrona, al no venir a Corrientes y dejarnos desairados qué es entonces ?. Bueno, no contesten, ya lo sabemos.
Por eso digo que duelen estas actitudes. Duelen más porque los CORRENTINOS una vez dijimos: "Cuando Argentina entre en guerra, Corrientes la va a ayudar". Así nos fué en Malvinas. Cientos de coterráneos muertos.
Ayer, por lo menos se merecían un reconocimiento, una mención, una palabra de aliento a sus familiares por parte de nuestra máxima autoridad, que es también Comandante del Ejercito (pero parece que no lo sabe).
Porque sus hijos CORRENTINOS ( sí, así de grande) cumplieron con el deber, formando parte del ejército creado por nuestro máximo General, Defendiendo a la Patria, entregando sus preciosas vidas. Cosa que nuestros políticos de turno ni por asomo harían, porque son simplemente COBARDES.
Señora Presidente. Corrientes no va a olvidar que el año pasado UD. mandó a retirar caprichosamente la guardia de honor establecida en Yapeyú. Como tampoco va a olvidar sus desaires y todas sus mentiras de igualdades y denás yerbas.
Se lo dice un Correntino de Ley.
Francisco Minadeo
Después de las elecciones del 2011 espero que los Correntinos (porque lo soy, nada más) y todos nuestros hermanos Argentinos podamos decir lo que una vez dijo otro gran héroe: "Muero contento, hemos vencido al enemigo".
Nuestra Presidente, se olvida que Corrientes también existe ?. En un acto de histórica importancia NO VINO. Será que conviene más ir a China ?; o a Chascomús, donde ahí sí le rindieron pleitesía, o mejor, pudieron sacar algún rédito político a expensas de Ricardito Alfonsín (pobre, me dá pena la manera que fue "usado"). Saliendo Scioli a decir que "es un ejemplo de convivencia política". Y su patrona, al no venir a Corrientes y dejarnos desairados qué es entonces ?. Bueno, no contesten, ya lo sabemos.
Por eso digo que duelen estas actitudes. Duelen más porque los CORRENTINOS una vez dijimos: "Cuando Argentina entre en guerra, Corrientes la va a ayudar". Así nos fué en Malvinas. Cientos de coterráneos muertos.
Ayer, por lo menos se merecían un reconocimiento, una mención, una palabra de aliento a sus familiares por parte de nuestra máxima autoridad, que es también Comandante del Ejercito (pero parece que no lo sabe).
Porque sus hijos CORRENTINOS ( sí, así de grande) cumplieron con el deber, formando parte del ejército creado por nuestro máximo General, Defendiendo a la Patria, entregando sus preciosas vidas. Cosa que nuestros políticos de turno ni por asomo harían, porque son simplemente COBARDES.
Señora Presidente. Corrientes no va a olvidar que el año pasado UD. mandó a retirar caprichosamente la guardia de honor establecida en Yapeyú. Como tampoco va a olvidar sus desaires y todas sus mentiras de igualdades y denás yerbas.
Se lo dice un Correntino de Ley.
Francisco Minadeo
17 ago 2010
17 de Agosto - Nuevo aniversario del fallecimiento del Gral. José de San Martín
AL PADRE DE LA PATRIA
Carlos Nelson Recanatini B.
"Padre nuestro, que estás en el bronce".
Hoy estas históricas y para siempre vivas palabras de Belisario Roldán machacan nuestros sentimientos más caros.
Por eso, voy a dirigirme a vos, General don José de San Martín, General de generales.
Me dirijo con la devoción de un argentino, que siempre honró desde los pantalones cortos y el gualdapolvo blanco tu figura señera.
Te hablo, mi General, de rodillas en actitud penitente, pidiéndote que me perdones por no haber alcanzado tan sólo, la primera letra de tu nombre.
En este 17 de agosto, dia en que se conmemora tu partida al único lugar que por designio de Dios te corresponde, la lacra política de mi país, te falta el respeto.
Y te lo falta por parte doble.
Porque por espurios motivos ha "corrido" la fecha de tu muerte a un día anterior, es decir, cuando todavía estabas entre nosotros... ¡Vivo! Ergo, la politiquería argentina contemporánea te ha sacado de este mundo antes de lo previsto, sólo para crear el detestable "fin de semana largo".
Y te faltan el respeto los integrantes de la comitiva de este gobierno soez, que viajan a Yapeyú a rendirte el más hipócrita de los homenajes.
Porque son personajes que no sólo usan el lugar de su cargo prestado para su beneficio estrictamente personal, sino que con un desparpajo indescriptible van a homenajearte, cuando su vida pública y privada está en las antípodas de tu valor, honradez y austeridad.
Mi General, vos sos el Santo de la Espada, desde siempre y para siempre.
Pero debes saber, Señor, que esa espada ha sido manchada por la actitud cobarde y servil de algunos que hoy ostentan el grado de General de la Nación y que engalanan su uniforme con condecoraciones "diplomáticas", que nada tienen que ver con las que se logran por "su valor en combate", en el campo de batalla.
Pero hay señor, otras fuerzas que tienen entre sus filas badulaques mediocres, soldaditos de plomo, los cuales no merecen ni logran respeto alguno por parte de sus subalternos.
Tan es así, que no se dan cuenta de las murmuraciones, de las miradas pícaras o de las sonrisas burlonas, cuando pasean por los pasillos de los emg.
Ignoran que esos gestos son los que ponen en tremenda duda su hombría como "jefe de manada"... Como macho rampante, como varón, así... Con v corta.
Sin embargo, han recibido la réplica de tu sable, entregado por lo más burdo, indolente y hediondo.
Lo esperanzado es que jamás lo usarán con estirpe bizarra. Lo guardarán para contarle a sus nietos fantasiosas historias, que los años... harán que la repitan una y otra vez.
Mi general, no padezcas tristezas por seres que no merecen ni siquiera haber nacido.
Ayúdanos a besar la cruz del Señor o la cruz de tu espada.
Somos miles... sólo tenemos que juntarnos para una cruzada... para la última entrega de nuestra propia existencia.
Para que nuestro paso por aquí haya tenido una razón de ser.
Padre de mi Patria, que también es la madre de todos, este argentino bien nacido te rinde su sincero homenaje, en representación de miles que quizás estén haciendo lo mismo.
Es en tu día y es mi emocionado... ¡Presente mi general!
Creo, Señor, que tal mal no ha estado.
¿No te parece?
Carlos Nelson Recanatini B.
"Padre nuestro, que estás en el bronce".
Hoy estas históricas y para siempre vivas palabras de Belisario Roldán machacan nuestros sentimientos más caros.
Por eso, voy a dirigirme a vos, General don José de San Martín, General de generales.
Me dirijo con la devoción de un argentino, que siempre honró desde los pantalones cortos y el gualdapolvo blanco tu figura señera.
Te hablo, mi General, de rodillas en actitud penitente, pidiéndote que me perdones por no haber alcanzado tan sólo, la primera letra de tu nombre.
En este 17 de agosto, dia en que se conmemora tu partida al único lugar que por designio de Dios te corresponde, la lacra política de mi país, te falta el respeto.
Y te lo falta por parte doble.
Porque por espurios motivos ha "corrido" la fecha de tu muerte a un día anterior, es decir, cuando todavía estabas entre nosotros... ¡Vivo! Ergo, la politiquería argentina contemporánea te ha sacado de este mundo antes de lo previsto, sólo para crear el detestable "fin de semana largo".
Y te faltan el respeto los integrantes de la comitiva de este gobierno soez, que viajan a Yapeyú a rendirte el más hipócrita de los homenajes.
Porque son personajes que no sólo usan el lugar de su cargo prestado para su beneficio estrictamente personal, sino que con un desparpajo indescriptible van a homenajearte, cuando su vida pública y privada está en las antípodas de tu valor, honradez y austeridad.
Mi General, vos sos el Santo de la Espada, desde siempre y para siempre.
Pero debes saber, Señor, que esa espada ha sido manchada por la actitud cobarde y servil de algunos que hoy ostentan el grado de General de la Nación y que engalanan su uniforme con condecoraciones "diplomáticas", que nada tienen que ver con las que se logran por "su valor en combate", en el campo de batalla.
Pero hay señor, otras fuerzas que tienen entre sus filas badulaques mediocres, soldaditos de plomo, los cuales no merecen ni logran respeto alguno por parte de sus subalternos.
Tan es así, que no se dan cuenta de las murmuraciones, de las miradas pícaras o de las sonrisas burlonas, cuando pasean por los pasillos de los emg.
Ignoran que esos gestos son los que ponen en tremenda duda su hombría como "jefe de manada"... Como macho rampante, como varón, así... Con v corta.
Sin embargo, han recibido la réplica de tu sable, entregado por lo más burdo, indolente y hediondo.
Lo esperanzado es que jamás lo usarán con estirpe bizarra. Lo guardarán para contarle a sus nietos fantasiosas historias, que los años... harán que la repitan una y otra vez.
Mi general, no padezcas tristezas por seres que no merecen ni siquiera haber nacido.
Ayúdanos a besar la cruz del Señor o la cruz de tu espada.
Somos miles... sólo tenemos que juntarnos para una cruzada... para la última entrega de nuestra propia existencia.
Para que nuestro paso por aquí haya tenido una razón de ser.
Padre de mi Patria, que también es la madre de todos, este argentino bien nacido te rinde su sincero homenaje, en representación de miles que quizás estén haciendo lo mismo.
Es en tu día y es mi emocionado... ¡Presente mi general!
Creo, Señor, que tal mal no ha estado.
¿No te parece?
12 ago 2010
LA NACIÓN - 12/08/10
LA NACIÓN - 12/08/10
CARTA DE LECTORES
Inseguridad
Señor Director:
"Una joven madre en grave estado, su pequeño hijo que acaba de fallecer. Un hecho más, sólo uno más, del estado de inseguridad, sangre y muerte que campea en nuestro país.
"Con la autoridad empírica que me da haber sido víctima de cinco robos a mano armada, incluyendo dos secuestros, pregunto a nuestra primera mandataria, tan afecta a las tribunas para señalar y dar cátedra sobre temas tan diversos como, entre otros la decadencia económica de Europa o Estados Unidos, la continuidad del técnico de la selección nacional de fútbol, nuestra novedosa «matriz diversificada con inclusión social», la ingesta de carne de cerdo, las exportaciones con «valor agregado», los encajes bancarios, la Conquista del Desierto o el cultivo de soja.
"¿Podrá hacerse de algún momento para por primera vez referirse a las bandas de asesinos que se multiplican en nuestra ex república y en lo posible ocuparse de ellas?"
Salvador N. Turdo
Ingeniero químico
salvadorturdo@yahoo.com.ar
CARTA DE LECTORES
Inseguridad
Señor Director:
"Una joven madre en grave estado, su pequeño hijo que acaba de fallecer. Un hecho más, sólo uno más, del estado de inseguridad, sangre y muerte que campea en nuestro país.
"Con la autoridad empírica que me da haber sido víctima de cinco robos a mano armada, incluyendo dos secuestros, pregunto a nuestra primera mandataria, tan afecta a las tribunas para señalar y dar cátedra sobre temas tan diversos como, entre otros la decadencia económica de Europa o Estados Unidos, la continuidad del técnico de la selección nacional de fútbol, nuestra novedosa «matriz diversificada con inclusión social», la ingesta de carne de cerdo, las exportaciones con «valor agregado», los encajes bancarios, la Conquista del Desierto o el cultivo de soja.
"¿Podrá hacerse de algún momento para por primera vez referirse a las bandas de asesinos que se multiplican en nuestra ex república y en lo posible ocuparse de ellas?"
Salvador N. Turdo
Ingeniero químico
salvadorturdo@yahoo.com.ar
15 jul 2010
BIPOLARIDAD PRESIDENCIAL
BIPOLARIDAD PRESIDENCIAL
Resumiendo y simplificando, la bipolaridad es un trastorno de la conducta humana caracterizado por estados de ánimo opuestos y extremos: de la depresión se pasa a la euforia, de la alegría a la tristeza, en forma exagerada y durante períodos de tiempo alternados.
Se dice que Cristina Fernández de Kirchner presenta patrones de conducta bipolar. Si bien desconocemos si la presidente padece realmente esta patología, con el título de este artículo queremos referirnos a su comportamiento con respecto a la política nacional interna y externa.
La política económica del gobierno muestra algunos rasgos llamativamente “bipolares”. Por un lado se nos presentan altísimos índices de producción y recaudación y bajísimos índices inflacionarios. Por el otro lado, los expertos económicos, las consultoras y el mismo Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, Indec, contradicen las cifras del ministerio de economía, de los funcionarios y de la misma presidente, quien, para convencer a la población sobre la verdad de los números, necesita de discursos, balcones, palcos, actos partidarios y fuerzas de choque movilizadas, entre otros, por dos personajes poco afectos al trato cordial y pacífico: Luis D’Elía y Guillermo Moreno.
En lo que hace a la política social, con "matriz de distribución igualitaria”, por un lado se verifica la entrega de 600 millones de pesos para el fútbol “para todos” y la estatización de nuestra línea aérea de bandera, pero los fondos provienen de la Anses. Es decir, se roban los dineros de los jubilados para destinarlos a la “clientela” kirchnerista del inmenso conurbano bonaerense, un baluarte indiscutido de la política K, que paga con dádivas diversas los plantones y los votos de la gente humilde y desposeída. A cambio, los jubilados podrán ver fútbol gratis y viajar en avión con alguna rebajita.
Otro de los comportamientos “bipolares” de Cristina se puso de manifiesto cuando expresó que Dios la había elegido para que fuese la presidenta del bicentenario, pero se negó a asistir a los oficios religiosos en el aniversario de nuestra independencia, no fuera que Dios le pidiera algo más, le exigiera algo a cambio, o la reconviniera por alguna conducta incongruente.
Los enfrentamientos con la iglesia, los militares y el campo también tienen sus contrastes exagerados. En el tema agropecuario, la guerra declarada a los productores en general y a los sojeros en particular tuvo como contrapartida la cosecha récord de esta oleaginosa y el efecto opuesto al discurso de la presidente: en lugar de mermar, el área sembrada con el “yuyo” aumentó considerablemente. Como la actividad agropecuaria y las retenciones a la soja son un importante sostén de la caja kirchnerista, era menester hacer las paces con el sector y dar marcha atrás en algunos temas urticantes.
Sin embargo, como consecuencia de las erradas políticas de la actual administración en materia de comercio exterior, los chinos se negaron a comprar el aceite de soja de fabricación nacional, que ahora deberá encontrar nuevos mercados. Para intentar destrabar el tema y “aceitar” las relaciones con el gigante asiático, Cristina se trasladó hasta China, pero en lugar de vender soja terminó comprando trenes. Y para colmo obsoletos, el material de descarte, aunque esta vez no fue a través de ninguna embajada paralela, sino personalmente, endeudando nuevamente al país por altísimas cifras, que pagaremos entre todos los argentinos, los usuarios de los trenes, los cartoneros, los pobladores del Impenetrable, usted y nosotros.
En lo que hace a las relaciones internacionales, Cristina Fernández se ha declarado abiertamente a favor de la paz, de la no beligerancia y de la reducción de armas nucleares. Pero, por detrás, se ha aliado o manifestado su apoyo a algunos personajes siniestros que propugnan el terrorismo internacional: el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, Hugo Chávez, Fidel Castro, Mouammar Kadhafi, o las FARC.
Tal vez lo más irritante de la conducta presidencial bipolar sea el desmesurado incremento de la fortuna del matrimonio K, que no deja de aumentar desde que ambos se encuentran en la función pública, mientras en ciertos rincones del país, por ejemplo la provincia del Chaco, los alarmantes índices de hambre y pobreza ya se han cobrado la vida de algunos integrantes de la comunidad toba, como Rosa Molina, que falleció hace dos años por desnutrición. Tenía la misma edad que Cristina Fernández, pero pesaba solamente 27 kilos.
La “bipolaridad” presidencial afecta seriamente su credibilidad interna y externa, ya que su discurso va por un lado y su conducta por otro. Lo más grave es que nos afecta en nuestra vida cotidiana a todos los argentinos. Sería conveniente que la señora presidenta mostrara una imagen transparente, que fuera el espejo de una conducta intachable, de estricta coherencia entre sus dichos y sus hechos, y que sirviera de ejemplo a sus gobernados, recordando que no sólo hace falta ser bueno sino también parecerlo.
Raquel E. Consigli
Horacio Martínez Paz
Resumiendo y simplificando, la bipolaridad es un trastorno de la conducta humana caracterizado por estados de ánimo opuestos y extremos: de la depresión se pasa a la euforia, de la alegría a la tristeza, en forma exagerada y durante períodos de tiempo alternados.
Se dice que Cristina Fernández de Kirchner presenta patrones de conducta bipolar. Si bien desconocemos si la presidente padece realmente esta patología, con el título de este artículo queremos referirnos a su comportamiento con respecto a la política nacional interna y externa.
La política económica del gobierno muestra algunos rasgos llamativamente “bipolares”. Por un lado se nos presentan altísimos índices de producción y recaudación y bajísimos índices inflacionarios. Por el otro lado, los expertos económicos, las consultoras y el mismo Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, Indec, contradicen las cifras del ministerio de economía, de los funcionarios y de la misma presidente, quien, para convencer a la población sobre la verdad de los números, necesita de discursos, balcones, palcos, actos partidarios y fuerzas de choque movilizadas, entre otros, por dos personajes poco afectos al trato cordial y pacífico: Luis D’Elía y Guillermo Moreno.
En lo que hace a la política social, con "matriz de distribución igualitaria”, por un lado se verifica la entrega de 600 millones de pesos para el fútbol “para todos” y la estatización de nuestra línea aérea de bandera, pero los fondos provienen de la Anses. Es decir, se roban los dineros de los jubilados para destinarlos a la “clientela” kirchnerista del inmenso conurbano bonaerense, un baluarte indiscutido de la política K, que paga con dádivas diversas los plantones y los votos de la gente humilde y desposeída. A cambio, los jubilados podrán ver fútbol gratis y viajar en avión con alguna rebajita.
Otro de los comportamientos “bipolares” de Cristina se puso de manifiesto cuando expresó que Dios la había elegido para que fuese la presidenta del bicentenario, pero se negó a asistir a los oficios religiosos en el aniversario de nuestra independencia, no fuera que Dios le pidiera algo más, le exigiera algo a cambio, o la reconviniera por alguna conducta incongruente.
Los enfrentamientos con la iglesia, los militares y el campo también tienen sus contrastes exagerados. En el tema agropecuario, la guerra declarada a los productores en general y a los sojeros en particular tuvo como contrapartida la cosecha récord de esta oleaginosa y el efecto opuesto al discurso de la presidente: en lugar de mermar, el área sembrada con el “yuyo” aumentó considerablemente. Como la actividad agropecuaria y las retenciones a la soja son un importante sostén de la caja kirchnerista, era menester hacer las paces con el sector y dar marcha atrás en algunos temas urticantes.
Sin embargo, como consecuencia de las erradas políticas de la actual administración en materia de comercio exterior, los chinos se negaron a comprar el aceite de soja de fabricación nacional, que ahora deberá encontrar nuevos mercados. Para intentar destrabar el tema y “aceitar” las relaciones con el gigante asiático, Cristina se trasladó hasta China, pero en lugar de vender soja terminó comprando trenes. Y para colmo obsoletos, el material de descarte, aunque esta vez no fue a través de ninguna embajada paralela, sino personalmente, endeudando nuevamente al país por altísimas cifras, que pagaremos entre todos los argentinos, los usuarios de los trenes, los cartoneros, los pobladores del Impenetrable, usted y nosotros.
En lo que hace a las relaciones internacionales, Cristina Fernández se ha declarado abiertamente a favor de la paz, de la no beligerancia y de la reducción de armas nucleares. Pero, por detrás, se ha aliado o manifestado su apoyo a algunos personajes siniestros que propugnan el terrorismo internacional: el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, Hugo Chávez, Fidel Castro, Mouammar Kadhafi, o las FARC.
Tal vez lo más irritante de la conducta presidencial bipolar sea el desmesurado incremento de la fortuna del matrimonio K, que no deja de aumentar desde que ambos se encuentran en la función pública, mientras en ciertos rincones del país, por ejemplo la provincia del Chaco, los alarmantes índices de hambre y pobreza ya se han cobrado la vida de algunos integrantes de la comunidad toba, como Rosa Molina, que falleció hace dos años por desnutrición. Tenía la misma edad que Cristina Fernández, pero pesaba solamente 27 kilos.
La “bipolaridad” presidencial afecta seriamente su credibilidad interna y externa, ya que su discurso va por un lado y su conducta por otro. Lo más grave es que nos afecta en nuestra vida cotidiana a todos los argentinos. Sería conveniente que la señora presidenta mostrara una imagen transparente, que fuera el espejo de una conducta intachable, de estricta coherencia entre sus dichos y sus hechos, y que sirviera de ejemplo a sus gobernados, recordando que no sólo hace falta ser bueno sino también parecerlo.
Raquel E. Consigli
Horacio Martínez Paz
8 jul 2010
9 de julio de 1816 - Declaración de la Independencia Argentina
LIBERTAD, LIBERTAD, LIBERTAD
A raíz de la inusitada difusión de nuestro artículo anterior y ante la imposibilidad de responder individualmente la enorme cantidad de comentarios recibidos -a favor y en contra- aprovechamos este nuevo aniversario de nuestra Independencia para elaborar algunas reflexiones.
Raquel E. Consigli
Horacio Martínez Paz
A raíz de la inusitada difusión de nuestro artículo anterior y ante la imposibilidad de responder individualmente la enorme cantidad de comentarios recibidos -a favor y en contra- aprovechamos este nuevo aniversario de nuestra Independencia para elaborar algunas reflexiones.
A la gran mayoría de ellos, que fueron positivos, muchas gracias. A los que con altura lo han rechazado, muchas gracias. Y a los que respondieron con insultos y descalificaciones, gracias también. Nuestro blog refleja un modo de ver la realidad del país, la nuestra, pero estamos abiertos a todo pensamiento serio, aunque se enfrente con el nuestro. En el primer párrafo del artículo decíamos que sabíamos que sería polémico. Así es la democracia, y sólo así podremos crecer.
Los dos pilares del sistema republicano, en el que queremos vivir, son la división de poderes y la libertad de expresión. Así lo han entendido aquellas naciones en el mundo con las que compartimos un presente soberano.
Así lo entendieron también los diputados provinciales que se reunieron en Tucumán a mediados de 1816 y que proclamaron al mundo nuestra independencia de España. De la misma manera se pronunciaron años más tarde los constituyentes que, reunidos en Santa Fe, nos dejaron como legado una Carta Magna en la que están enumerados nuestros deberes y derechos.
En la primera parte de nuestra Constitución se establecen desde ese momento y para siempre los derechos inalienables de los ciudadanos argentinos, concretando uno a uno los deseos expresados en el magnífico Preámbulo, que invita a todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino. Algunos ejemplos son los artículos 14, 16, 17, 18, 19 y 32, en el que, debido a las limitaciones tecnológicas de la época sólo se habla de la libertad de “imprenta”.
Además de proclamar la igualdad ante la ley y la abolición de cualquier prerrogativa de sangre, la sabiduría de aquellos hombres, que ofrendaron sus conocimientos y su tiempo antes (1816) y después (1853) de los sangrientos enfrentamientos internos que nos dividieron durante varias décadas, quiso dejarnos como herencia una Patria generosa y justa, grande y soberana. En alguna antigua moneda argentina solía leerse “En unión y libertad”, deseo expresado también por José Hernández en nuestro poema nacional, el Martín Fierro: “los hermanos sean unidos…”.
Los prohombres de la Patria, aquellos próceres lejanos, con sus virtudes y defectos, nos legaron la vocación de asumir la responsabilidad que a cada uno le cabe en la sociedad. Como periodistas entendemos que la nuestra es actuar como contrapeso a las acciones de los gobiernos de turno, promoviendo la participación de todos los sectores sociales en la construcción del presente ciudadano, siendo la voz de los que no tienen voz, escuchando y haciéndonos oír en el marco del respeto a pesar del disenso, porque la riqueza se obtiene de la pluralidad.
En aquellos lugares donde la democracia es una utopía, como el caso de Cuba -donde no queremos vivir-, la división de poderes y la libertad de expresión son inexistentes, mientras que los medios de comunicación -al igual que todos los resortes del Estado- responden a la férrea dictadura castrista, que asfixia las voces en disidencia o les impone la censura previa.
Los ideales de los hombres que forjaron el país y los de todos los que trabajaron y trabajan silenciosamente por su grandeza están plasmados en los versos de nuestro himno nacional, con los que titulamos esta columna:
Oíd mortales el grito sagrado:
libertad, libertad, libertad.
El aprendizaje de la vida en libertad supone un inmenso desafío: el respeto por los derechos de todos los que habitamos este suelo, entre los que está incluida la libertad de expresión. Fue por la libertad que lucharon nuestros próceres, y por ella dieron la vida. El precio de la libertad es muy alto, es cierto, pero sin ella no vale la pena vivir, como remata también nuestro himno nacional:
Coronados de gloria vivamos
¡o juremos con gloria morir!
Los dos pilares del sistema republicano, en el que queremos vivir, son la división de poderes y la libertad de expresión. Así lo han entendido aquellas naciones en el mundo con las que compartimos un presente soberano.
Así lo entendieron también los diputados provinciales que se reunieron en Tucumán a mediados de 1816 y que proclamaron al mundo nuestra independencia de España. De la misma manera se pronunciaron años más tarde los constituyentes que, reunidos en Santa Fe, nos dejaron como legado una Carta Magna en la que están enumerados nuestros deberes y derechos.
En la primera parte de nuestra Constitución se establecen desde ese momento y para siempre los derechos inalienables de los ciudadanos argentinos, concretando uno a uno los deseos expresados en el magnífico Preámbulo, que invita a todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino. Algunos ejemplos son los artículos 14, 16, 17, 18, 19 y 32, en el que, debido a las limitaciones tecnológicas de la época sólo se habla de la libertad de “imprenta”.
Además de proclamar la igualdad ante la ley y la abolición de cualquier prerrogativa de sangre, la sabiduría de aquellos hombres, que ofrendaron sus conocimientos y su tiempo antes (1816) y después (1853) de los sangrientos enfrentamientos internos que nos dividieron durante varias décadas, quiso dejarnos como herencia una Patria generosa y justa, grande y soberana. En alguna antigua moneda argentina solía leerse “En unión y libertad”, deseo expresado también por José Hernández en nuestro poema nacional, el Martín Fierro: “los hermanos sean unidos…”.
Los prohombres de la Patria, aquellos próceres lejanos, con sus virtudes y defectos, nos legaron la vocación de asumir la responsabilidad que a cada uno le cabe en la sociedad. Como periodistas entendemos que la nuestra es actuar como contrapeso a las acciones de los gobiernos de turno, promoviendo la participación de todos los sectores sociales en la construcción del presente ciudadano, siendo la voz de los que no tienen voz, escuchando y haciéndonos oír en el marco del respeto a pesar del disenso, porque la riqueza se obtiene de la pluralidad.
En aquellos lugares donde la democracia es una utopía, como el caso de Cuba -donde no queremos vivir-, la división de poderes y la libertad de expresión son inexistentes, mientras que los medios de comunicación -al igual que todos los resortes del Estado- responden a la férrea dictadura castrista, que asfixia las voces en disidencia o les impone la censura previa.
Los ideales de los hombres que forjaron el país y los de todos los que trabajaron y trabajan silenciosamente por su grandeza están plasmados en los versos de nuestro himno nacional, con los que titulamos esta columna:
Oíd mortales el grito sagrado:
libertad, libertad, libertad.
El aprendizaje de la vida en libertad supone un inmenso desafío: el respeto por los derechos de todos los que habitamos este suelo, entre los que está incluida la libertad de expresión. Fue por la libertad que lucharon nuestros próceres, y por ella dieron la vida. El precio de la libertad es muy alto, es cierto, pero sin ella no vale la pena vivir, como remata también nuestro himno nacional:
Coronados de gloria vivamos
¡o juremos con gloria morir!
Raquel E. Consigli
Horacio Martínez Paz
5 jul 2010
GANÓ ARGENTINA
GANÓ ARGENTINA
No dudamos de que el título y el desarrollo de este artículo van a ser polémicos.
A pesar de haber caído por goleada alemana en el campeonato mundial de fútbol de Sudáfrica 2010, Argentina ha ganado.
Perdió un seleccionado que llevaba nuestros colores por fuera, pero que tenía la impronta kirchnerista por dentro. La señora presidente soñaba con la Plaza de Mayo atestada de incondicionales admiradores (de los que vienen por el "jornal" de vino y sándwich), y un balcón compartido con Néstor, Maradona y Estela de Carlotto, entre otros emblemas de la "cultura" nacional actual. Una imagen que quedaría en la memoria colectiva por años y años. Choripán y circo del bicentenario. Ni pensar lo que hubiera sido el palco en Johannesburgo, con el discurso de la victoria del "modelo económico, político, social y deportivo" de Cristina -que todo el planeta debería implementar inmediatamente-, en caso de haber ganado el campeonato.
El fútbol es un deporte y, esencialmente, un juego. Pero ciertos países -y el nuestro no es la excepción- lo toman como una guerra, en la que los triunfos significan una conquista incuestionable del "modelo de gobierno" de turno. Así en 1978 como en 2010.
No. Argentina no perdió. Ha obtenido un triunfo resonante.
Don Diego, después de violentarse con algunos simpatizantes alemanes, se retiró humillado del estadio. Nosotros nos hemos sentido humillados desde el comienzo de esta ridícula puesta en escena. Nos humillan los 600 millones destinados al fútbol y robados a los jubilados. Nos humilla un presidente vitalicio de la AFA que no ha hecho más que vivir del erario público. Nos humillan los cientos de miles de decodificadores pagados con el sudor de los que trabajan y distribuidos a la "clientela" electoralista. Nos humilla un director técnico soberbio, pedante y maleducado, que está convencido de que es dios. Nos humilla la presencia de Estela de Carlotto en Sudáfrica para autopromover su indecente candidatura al Premio Nobel de la Paz. Nos humillan los barrasbravas, cuya presencia en el continente africano "nadie" puede explicar, como tampoco su conducta violenta y su consecuente deportación.
Diego Armando Maradona fue en otra época, y sin duda alguna, un superdotado en sus piernas, aunque los dotes en el otro extremo de su cuerpo parecen inversamente proporcionales. A él le debemos una copa mundial obtenida con trampa, por la viveza criolla que pasó a la historia como "la mano de Dios", y también la bochornosa expulsión de otro mundial a raíz de su adicción a las drogas.
No llama la atención lo que los diarios del mundo publican ahora sobre "el 10". Queda claro que es repudiado en todo el universo, a excepción de su país natal. Simplemente está cosechando su siembra: el fruto de su desprecio histórico hacia el resto de los mortales.
Ser excluidos del campeonato mundial de fútbol significó quitarles el caramelo de la boca al populista matrimonio presidencial, al inmoral presidente de la AFA, a la dudosa abuela Carlotto y al fracasado Director Técnico de la selección nacional.
Maradona ha dejado sin libreto a la presidente y a su cohorte de funcionarios inútiles y corruptos. ¿Qué hará ahora la primera magistrada? ¿Cómo seguirá la obra? ¿A quién acusará de haberle "secuestrado los goles"? ¿A la Fifa? ¿A los sudafricanos? ¿A Messi?
A Maradona, ciertamente no.
A Maradona sólo le cabe la derrota de la selección nacional en la copa del mundo e, irónicamente, el extraordinario triunfo de Argentina.
Raquel E. Consigli
Horacio Martínez Paz
No dudamos de que el título y el desarrollo de este artículo van a ser polémicos.
A pesar de haber caído por goleada alemana en el campeonato mundial de fútbol de Sudáfrica 2010, Argentina ha ganado.
Perdió un seleccionado que llevaba nuestros colores por fuera, pero que tenía la impronta kirchnerista por dentro. La señora presidente soñaba con la Plaza de Mayo atestada de incondicionales admiradores (de los que vienen por el "jornal" de vino y sándwich), y un balcón compartido con Néstor, Maradona y Estela de Carlotto, entre otros emblemas de la "cultura" nacional actual. Una imagen que quedaría en la memoria colectiva por años y años. Choripán y circo del bicentenario. Ni pensar lo que hubiera sido el palco en Johannesburgo, con el discurso de la victoria del "modelo económico, político, social y deportivo" de Cristina -que todo el planeta debería implementar inmediatamente-, en caso de haber ganado el campeonato.
El fútbol es un deporte y, esencialmente, un juego. Pero ciertos países -y el nuestro no es la excepción- lo toman como una guerra, en la que los triunfos significan una conquista incuestionable del "modelo de gobierno" de turno. Así en 1978 como en 2010.
No. Argentina no perdió. Ha obtenido un triunfo resonante.
Don Diego, después de violentarse con algunos simpatizantes alemanes, se retiró humillado del estadio. Nosotros nos hemos sentido humillados desde el comienzo de esta ridícula puesta en escena. Nos humillan los 600 millones destinados al fútbol y robados a los jubilados. Nos humilla un presidente vitalicio de la AFA que no ha hecho más que vivir del erario público. Nos humillan los cientos de miles de decodificadores pagados con el sudor de los que trabajan y distribuidos a la "clientela" electoralista. Nos humilla un director técnico soberbio, pedante y maleducado, que está convencido de que es dios. Nos humilla la presencia de Estela de Carlotto en Sudáfrica para autopromover su indecente candidatura al Premio Nobel de la Paz. Nos humillan los barrasbravas, cuya presencia en el continente africano "nadie" puede explicar, como tampoco su conducta violenta y su consecuente deportación.
Diego Armando Maradona fue en otra época, y sin duda alguna, un superdotado en sus piernas, aunque los dotes en el otro extremo de su cuerpo parecen inversamente proporcionales. A él le debemos una copa mundial obtenida con trampa, por la viveza criolla que pasó a la historia como "la mano de Dios", y también la bochornosa expulsión de otro mundial a raíz de su adicción a las drogas.
No llama la atención lo que los diarios del mundo publican ahora sobre "el 10". Queda claro que es repudiado en todo el universo, a excepción de su país natal. Simplemente está cosechando su siembra: el fruto de su desprecio histórico hacia el resto de los mortales.
Ser excluidos del campeonato mundial de fútbol significó quitarles el caramelo de la boca al populista matrimonio presidencial, al inmoral presidente de la AFA, a la dudosa abuela Carlotto y al fracasado Director Técnico de la selección nacional.
Maradona ha dejado sin libreto a la presidente y a su cohorte de funcionarios inútiles y corruptos. ¿Qué hará ahora la primera magistrada? ¿Cómo seguirá la obra? ¿A quién acusará de haberle "secuestrado los goles"? ¿A la Fifa? ¿A los sudafricanos? ¿A Messi?
A Maradona, ciertamente no.
A Maradona sólo le cabe la derrota de la selección nacional en la copa del mundo e, irónicamente, el extraordinario triunfo de Argentina.
Raquel E. Consigli
Horacio Martínez Paz
26 jun 2010
Estela de Carlotto y el Nobel de la Paz
LA NACIÓN, 26/06/10
Editorial
Estela de Carlotto y el Nobel de la Paz
La postulación de la asociación Abuelas de Plaza de Mayo al Premio Nobel de la Paz motiva algunas reflexiones sobre el apoyo explícito del Estado argentino y sus funcionarios a determinadas entidades que continúan manteniendo una visión sesgada respecto de la dolorosa década del 70.
El galardón para el que se propone a la organización liderada por Estela de Carlotto debería ser otorgado a quien lograra cerrar con justicia, para todos los actores, las heridas del conflicto que desde hace décadas produce enfrentamientos, en algunos casos muy graves, entre los argentinos.
Buscar la identidad de los hijos de personas desaparecidas es indudablemente meritorio por su intención reparadora, por la sensibilidad del acto y, en definitiva, por el pleno ejercicio de justicia que ello lleva implícito.
No obstante, algunas de las acciones que apuntan a aquel objetivo pueden colisionar con las libertades individuales de las personas cuando las supuestas víctimas son adultas y no desean conocer su origen. El caso de Marcela y Felipe Noble es una clara muestra del avasallamiento de los derechos humanos en nombre de los derechos humanos. Otro caso controvertido, denunciado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, es el de Roberto Julián Gutiérrez, un joven sindicado erróneamente como nieto de Estela de Carlotto, que se enteró de que era adoptado cuando se tramitaba en un juzgado la obtención de su patrón genético; el joven sufrió un grave daño moral al enterarse de circunstancias personales que hubiera preferido conversar con sus padres.
Es verdad que para motorizar cambios es necesaria la voluntad política, pero si ésta se ejerce sin límites morales, como en los casos citados, se transforma en expresión cabal del autoritarismo.
Un defensor de los derechos humanos no puede olvidar que su lucha siempre debe ser en favor de la libertad para todos y velar por el control de gobiernos que suelen verse tentados a avasallar los derechos individuales.
En tal sentido, la lucha por los derechos humanos puede quedar deslegitimada cuando pasa a ser un instrumento funcional a intereses de una fracción política, especialmente cuando se trata de un gobierno que no respeta los derechos de las víctimas de delitos de lesa humanidad cometidos desde organizaciones terroristas y que bastardea la bandera de los derechos humanos para someter a quienes considera sus acérrimos enemigos.
La funcionalidad a un gobierno que, por ejemplo, emplea casi permanentemente el pretexto de la defensa de los derechos humanos para intimidar a algunos medios de prensa puede terminar desacreditando el valor de muchas acciones de organizaciones civiles que, en su momento, se habían hecho merecedoras de un bien ganado prestigio.
Estela de Carlotto está transitando activamente el mundo de la política y reclamando protagonismo. La participación política siempre debe ser bienvenida, pero los intereses partidarios no deben nunca condicionar la indispensable independencia que debe mantener quien milita en una organización no gubernamental cuyos fines están íntimamente vinculados al contralor de los actos y eventuales abusos de poder de las autoridades públicas.
Sería altamente positivo, para su propia organización y para la necesaria pacificación del país, que las integrantes de Abuelas de Plaza de Mayo no abrazaran una versión distorsionada de la verdad histórica, en la cual voluntariamente desaparecen muchas víctimas inocentes del terrorismo de los años 70, como Rosita Caro, una niña de siete años muerta por el estallido de una bomba, por citar sólo un ejemplo.
Si Estela de Carlotto aspira realmente a obtener el Premio Nobel de la Paz para su organización, debería emplear un discurso mucho más inclusivo y superador, que comprenda una visión integral de nuestro pasado trágico. Cualquier otro discurso que fomente la inequidad o la discriminación de seres humanos que sufrieron directa o indirectamente las consecuencias de episodios aberrantes resulta consagratorio de la impunidad por omisión.
La simpatía de Estela de Carlotto hacia los gobiernos más totalitarios y antidemocráticos de nuestra región, como los de Cuba y Venezuela, sobre cuyos gravísimos y aberrantes crímenes contra opositores y disidentes nada ha dicho, tampoco puede contribuir a crear una amplia corriente de apoyo nacional y mundial al otorgamiento del Nobel de la Paz.
En conclusión, todo argentino que aspire a un galardón internacional tan trascendente debería bregar por el reencuentro y la reconciliación de sus compatriotas, algo que difícilmente se logre si se apoya un tratamiento desigual por parte de la Justicia respecto de quienes estuvieron enfrentados en los años 70 y se consiente una manipulación de los derechos humanos al servicio de mezquindades políticas.
Editorial
Estela de Carlotto y el Nobel de la Paz
La postulación de la asociación Abuelas de Plaza de Mayo al Premio Nobel de la Paz motiva algunas reflexiones sobre el apoyo explícito del Estado argentino y sus funcionarios a determinadas entidades que continúan manteniendo una visión sesgada respecto de la dolorosa década del 70.
El galardón para el que se propone a la organización liderada por Estela de Carlotto debería ser otorgado a quien lograra cerrar con justicia, para todos los actores, las heridas del conflicto que desde hace décadas produce enfrentamientos, en algunos casos muy graves, entre los argentinos.
Buscar la identidad de los hijos de personas desaparecidas es indudablemente meritorio por su intención reparadora, por la sensibilidad del acto y, en definitiva, por el pleno ejercicio de justicia que ello lleva implícito.
No obstante, algunas de las acciones que apuntan a aquel objetivo pueden colisionar con las libertades individuales de las personas cuando las supuestas víctimas son adultas y no desean conocer su origen. El caso de Marcela y Felipe Noble es una clara muestra del avasallamiento de los derechos humanos en nombre de los derechos humanos. Otro caso controvertido, denunciado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, es el de Roberto Julián Gutiérrez, un joven sindicado erróneamente como nieto de Estela de Carlotto, que se enteró de que era adoptado cuando se tramitaba en un juzgado la obtención de su patrón genético; el joven sufrió un grave daño moral al enterarse de circunstancias personales que hubiera preferido conversar con sus padres.
Es verdad que para motorizar cambios es necesaria la voluntad política, pero si ésta se ejerce sin límites morales, como en los casos citados, se transforma en expresión cabal del autoritarismo.
Un defensor de los derechos humanos no puede olvidar que su lucha siempre debe ser en favor de la libertad para todos y velar por el control de gobiernos que suelen verse tentados a avasallar los derechos individuales.
En tal sentido, la lucha por los derechos humanos puede quedar deslegitimada cuando pasa a ser un instrumento funcional a intereses de una fracción política, especialmente cuando se trata de un gobierno que no respeta los derechos de las víctimas de delitos de lesa humanidad cometidos desde organizaciones terroristas y que bastardea la bandera de los derechos humanos para someter a quienes considera sus acérrimos enemigos.
La funcionalidad a un gobierno que, por ejemplo, emplea casi permanentemente el pretexto de la defensa de los derechos humanos para intimidar a algunos medios de prensa puede terminar desacreditando el valor de muchas acciones de organizaciones civiles que, en su momento, se habían hecho merecedoras de un bien ganado prestigio.
Estela de Carlotto está transitando activamente el mundo de la política y reclamando protagonismo. La participación política siempre debe ser bienvenida, pero los intereses partidarios no deben nunca condicionar la indispensable independencia que debe mantener quien milita en una organización no gubernamental cuyos fines están íntimamente vinculados al contralor de los actos y eventuales abusos de poder de las autoridades públicas.
Sería altamente positivo, para su propia organización y para la necesaria pacificación del país, que las integrantes de Abuelas de Plaza de Mayo no abrazaran una versión distorsionada de la verdad histórica, en la cual voluntariamente desaparecen muchas víctimas inocentes del terrorismo de los años 70, como Rosita Caro, una niña de siete años muerta por el estallido de una bomba, por citar sólo un ejemplo.
Si Estela de Carlotto aspira realmente a obtener el Premio Nobel de la Paz para su organización, debería emplear un discurso mucho más inclusivo y superador, que comprenda una visión integral de nuestro pasado trágico. Cualquier otro discurso que fomente la inequidad o la discriminación de seres humanos que sufrieron directa o indirectamente las consecuencias de episodios aberrantes resulta consagratorio de la impunidad por omisión.
La simpatía de Estela de Carlotto hacia los gobiernos más totalitarios y antidemocráticos de nuestra región, como los de Cuba y Venezuela, sobre cuyos gravísimos y aberrantes crímenes contra opositores y disidentes nada ha dicho, tampoco puede contribuir a crear una amplia corriente de apoyo nacional y mundial al otorgamiento del Nobel de la Paz.
En conclusión, todo argentino que aspire a un galardón internacional tan trascendente debería bregar por el reencuentro y la reconciliación de sus compatriotas, algo que difícilmente se logre si se apoya un tratamiento desigual por parte de la Justicia respecto de quienes estuvieron enfrentados en los años 70 y se consiente una manipulación de los derechos humanos al servicio de mezquindades políticas.
18 jun 2010
20 de JUNIO - DÍA DE LA BANDERA
BANDERA
Tremolando en el cielo la bandera
no parece bandera, sino cielo:
O mi bandera se pintó de cielo,
o el cielo se ha pintado de bandera.
Yo bendigo mi cielo y mi bandera,
porque en este anhelar bandera y cielo
no hallo mejor bandera que mi cielo,
ni otro cielo mejor que mi bandera.
Pueden, bajo bandera o bajo cielo,
blasfemar contra el cielo o la bandera
quienes no crean en bandera y cielo;
que mientras en el cielo haya bandera
y en la bandera de mi patria, cielo,
será bandera y cielo mi bandera.
Alejandro Nores Martínez
Tremolando en el cielo la bandera
no parece bandera, sino cielo:
O mi bandera se pintó de cielo,
o el cielo se ha pintado de bandera.
Yo bendigo mi cielo y mi bandera,
porque en este anhelar bandera y cielo
no hallo mejor bandera que mi cielo,
ni otro cielo mejor que mi bandera.
Pueden, bajo bandera o bajo cielo,
blasfemar contra el cielo o la bandera
quienes no crean en bandera y cielo;
que mientras en el cielo haya bandera
y en la bandera de mi patria, cielo,
será bandera y cielo mi bandera.
Alejandro Nores Martínez
28 may 2010
ASÍ LO VIVIMOS
ASÍ LO VIVIMOS
Desde Córdoba, nuestro lugar de residencia, observamos por la pantalla de la TV todos los brillos y miserias del festejo del bicentenario de la Revolución de Mayo en la capital del país.
En el desfile militar, organizado por el propio Estado -y vaya ironía-, brilló por su ausencia la comandante en jefe, poniendo el broche de oro al desprecio que sienten ella y su entorno por los uniformados. Este hecho contrastó notablemente con la masiva concurrencia de la ciudadanía, que se volcó espontáneamente a saludar el paso de los integrantes de nuestras fuerzas armadas y reconocerlos con patriótica algarabía. De la misma forma que en Córdoba, la escasez y antigüedad de armamento, móviles, equipos y recursos se trató de ocultar con millares de efectivos que, probablemente, en caso de un conflicto armado tendrán que recurrir al ingenio y apelar a la buena voluntad divina para defender a la Patria.
Los otros desplantes de la primera magistrada incluyeron la velada de gala en el teatro Colón, nuestro máximo coliseo finalmente restaurado y, como no podía ser de otra manera, el tradicional Tedéum en la catedral. En este caso, seguramente ante la imposibilidad de arrear borregos partidarios, optó por hacer "rancho aparte" en otro Tedéum en la basílica de Luján, demostrando una vez más la mezquindad espiritual de quien persiste en mantener desunido a su propio pueblo a fin de servir a sus apetitos personales de poder.
Los actos programados por el oficialismo, en tanto -que superaron todos los costos imaginables (hasta la limpieza posterior)-, dejaron un sabor a duda en lo que se refiere a constituir "expresiones de cultura", ya que el aparatoso y estrafalario espectáculo montado por la presidencia no significó precisamente un ejercicio de buen gusto.
Tampoco quedó en claro quiénes era los "dos mil artistas" en escena, ya que la función tuvo más que ver con los trapecistas de un circo o la cumbia villera que con la cultura ciudadana importada y cultivada por criollos e inmigrantes durante doscientos años. En este marco, la primera magistrada no despegaba en absoluto. Por el contrario, era la figura más apropiada para ese escenario de la extravagancia y la desmesura.
En el paseo del bicentenario, por su parte, que no fue otra cosa que una especie de feria de productos regionales, la presidente se ocupó especialmente en instalar el quiosco ideológico de madres y abuelas, con el propósito habitual de "dar la nota". Lo mismo ocurrió en el correo central, donde el acto más significativo lo constituyó la sesión de fotos de la presidente frente al mural de Siqueiros.
Otro capítulo de los "festejos" estuvo constituido por la galería de patriotas inaugurada en la Casa Rosada, donde el contraste entre José de San Martín y el Che Guevara resulta francamente intolerable, una afrenta similar a ubicar la biblia, no ya junto al calefón, sino al lado del inodoro.
Las iniquidades kristinistas, sin embargo, tuvieron su efecto bumerán: para el momento de la cena, seis de los siete presidentes latinoamericanos que arribaron al país en la tarde del 25, habían regresado a sus respectivos países, urgidos por atender las necesidades locales, aun los autoproclamados "socialistas del siglo XXI". Esto dejó al inefable Hugo Chávez sin audiencia obsecuente; solamente la primera magistrada debió compartir y competir con la verborragia populista del venezolano.
La fiesta mayor de la Patria, no obstante, recién llegará el 9 de julio de 2016, cuando podamos festejar con inmensa alegría los 200 años de nuestra independencia de la metrópoli española y coronarnos de gloria con la absoluta derrota de la korrupción kirchnerista.
Raquel E. Consigli
Horacio Martínez Paz
Desde Córdoba, nuestro lugar de residencia, observamos por la pantalla de la TV todos los brillos y miserias del festejo del bicentenario de la Revolución de Mayo en la capital del país.
En el desfile militar, organizado por el propio Estado -y vaya ironía-, brilló por su ausencia la comandante en jefe, poniendo el broche de oro al desprecio que sienten ella y su entorno por los uniformados. Este hecho contrastó notablemente con la masiva concurrencia de la ciudadanía, que se volcó espontáneamente a saludar el paso de los integrantes de nuestras fuerzas armadas y reconocerlos con patriótica algarabía. De la misma forma que en Córdoba, la escasez y antigüedad de armamento, móviles, equipos y recursos se trató de ocultar con millares de efectivos que, probablemente, en caso de un conflicto armado tendrán que recurrir al ingenio y apelar a la buena voluntad divina para defender a la Patria.
Los otros desplantes de la primera magistrada incluyeron la velada de gala en el teatro Colón, nuestro máximo coliseo finalmente restaurado y, como no podía ser de otra manera, el tradicional Tedéum en la catedral. En este caso, seguramente ante la imposibilidad de arrear borregos partidarios, optó por hacer "rancho aparte" en otro Tedéum en la basílica de Luján, demostrando una vez más la mezquindad espiritual de quien persiste en mantener desunido a su propio pueblo a fin de servir a sus apetitos personales de poder.
Los actos programados por el oficialismo, en tanto -que superaron todos los costos imaginables (hasta la limpieza posterior)-, dejaron un sabor a duda en lo que se refiere a constituir "expresiones de cultura", ya que el aparatoso y estrafalario espectáculo montado por la presidencia no significó precisamente un ejercicio de buen gusto.
Tampoco quedó en claro quiénes era los "dos mil artistas" en escena, ya que la función tuvo más que ver con los trapecistas de un circo o la cumbia villera que con la cultura ciudadana importada y cultivada por criollos e inmigrantes durante doscientos años. En este marco, la primera magistrada no despegaba en absoluto. Por el contrario, era la figura más apropiada para ese escenario de la extravagancia y la desmesura.
En el paseo del bicentenario, por su parte, que no fue otra cosa que una especie de feria de productos regionales, la presidente se ocupó especialmente en instalar el quiosco ideológico de madres y abuelas, con el propósito habitual de "dar la nota". Lo mismo ocurrió en el correo central, donde el acto más significativo lo constituyó la sesión de fotos de la presidente frente al mural de Siqueiros.
Otro capítulo de los "festejos" estuvo constituido por la galería de patriotas inaugurada en la Casa Rosada, donde el contraste entre José de San Martín y el Che Guevara resulta francamente intolerable, una afrenta similar a ubicar la biblia, no ya junto al calefón, sino al lado del inodoro.
Las iniquidades kristinistas, sin embargo, tuvieron su efecto bumerán: para el momento de la cena, seis de los siete presidentes latinoamericanos que arribaron al país en la tarde del 25, habían regresado a sus respectivos países, urgidos por atender las necesidades locales, aun los autoproclamados "socialistas del siglo XXI". Esto dejó al inefable Hugo Chávez sin audiencia obsecuente; solamente la primera magistrada debió compartir y competir con la verborragia populista del venezolano.
La fiesta mayor de la Patria, no obstante, recién llegará el 9 de julio de 2016, cuando podamos festejar con inmensa alegría los 200 años de nuestra independencia de la metrópoli española y coronarnos de gloria con la absoluta derrota de la korrupción kirchnerista.
Raquel E. Consigli
Horacio Martínez Paz
LA NACIÓN, 28/05/10
CARTAS DE LECTORES
Ausencia
Señor Director:
"Asombrado, observé que el desfile militar celebrado por los 200 años de la patria comenzaba sin la presencia de su comandante en jefe, la señora presidenta de la República, hecho que me llamó mucho la atención, ya que en la celebración del bicentenario de la República de Venezuela la vi instalada en un palco junto al presidente de ese país, Hugo Chávez, presenciando un desfile militar por la misma celebración, pero de mucha más duración.
"No entiendo: a Venezuela, que queda a miles de kilómetros de la Argentina, se puede asistir y al nuestro, en su patria, en la avenida 9 de Julio, a 25 kilómetros de la residencia presidencial de Olivos, no.
"Por lo tanto, con el derecho que tengo como argentino de peticionar a las autoridades, solicito que desde el Congreso se cite a la señora Presidenta en su carácter de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas a informar los motivos de su ausencia al desfile militar, desfile que por otra parte fue organizado por el Estado nacional."
Diego M. Ibarbia
Abogado DNI 4.443.046
Confusión
Señor Director:
"A la luz de los hechos no cabe duda de que se ha confundido. El que quiso que la señora Cristina Fernández de Kirchner fuera la presidenta del Bicentenario no fue Dios, sino su marido.
"Sería bueno que se lo aclararan."
Luis María Astarloa
lmastarloa@hotmail.com
CARTAS DE LECTORES
Ausencia
Señor Director:
"Asombrado, observé que el desfile militar celebrado por los 200 años de la patria comenzaba sin la presencia de su comandante en jefe, la señora presidenta de la República, hecho que me llamó mucho la atención, ya que en la celebración del bicentenario de la República de Venezuela la vi instalada en un palco junto al presidente de ese país, Hugo Chávez, presenciando un desfile militar por la misma celebración, pero de mucha más duración.
"No entiendo: a Venezuela, que queda a miles de kilómetros de la Argentina, se puede asistir y al nuestro, en su patria, en la avenida 9 de Julio, a 25 kilómetros de la residencia presidencial de Olivos, no.
"Por lo tanto, con el derecho que tengo como argentino de peticionar a las autoridades, solicito que desde el Congreso se cite a la señora Presidenta en su carácter de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas a informar los motivos de su ausencia al desfile militar, desfile que por otra parte fue organizado por el Estado nacional."
Diego M. Ibarbia
Abogado DNI 4.443.046
Confusión
Señor Director:
"A la luz de los hechos no cabe duda de que se ha confundido. El que quiso que la señora Cristina Fernández de Kirchner fuera la presidenta del Bicentenario no fue Dios, sino su marido.
"Sería bueno que se lo aclararan."
Luis María Astarloa
lmastarloa@hotmail.com
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